Show Me Love

Capítulo 18

ASHLEY

Un vaso más queda vacío frente a mí, suspiro con nostalgia y miro al cantinero suplicante, pero me niega con la cabeza, sabe que he llegado a un límite bastante preocupante de alcohol y lo mejor es marcharme de aquel lugar; dejo el dinero sobre la barra y me levanto del banquillo para caminar a la salida, muchas chicas se me quedan viendo y tratan acercarse a mí, pero no lo logran, solo quiero salir de aquel condenado lugar. En cuanto traspaso la puerta del local, el viento frío me pega en la cara y me recargo en la pared, por un momento me mareo y mi vista se pone borrosa; el tipo de seguridad me pregunta que si quiero un taxi, pero una voz que no logro reconocer le dice que no, trato de buscarle rostro, pero no logro saber de quien se trata. Me toma de la cintura y pasa mi brazo sobre sus hombros, le alcanzo a susurrar un "gracias" mientras siento que me mete en su carro. Observó los colores neon del letrero de la entrada del bar, mientras mi rescatador se sube del lado del piloto para encender el coche y emprender marcha hacia rumbos desconocidos; me quedo pensando en lo que acaba de pasar en los últimos minutos, y la razón solamente me hace pensar que estoy en un carro con alguien desconocido, no sé cuáles son sus intenciones, si va a querer asaltarme o algo así, y trato de preocuparme sin éxito alguno, el alcohol no me deja pensar claramente. El carro se detiene y con ayuda de la misma persona, bajo y caminamos adentro de un hotel hasta el elevador, con la mano disponible lo llama y ambos nos adentramos en la caja de metal, aprieta un botón y en el primer jalón para subir, me mareo y recargo en la pared, las nauseas comienzan a llegarme y tengo ganas de devolver el estómago; cuando las puertas del ascensor se abren, rápidamente, y a trompicones, corro a la primera maceta que veo y ahí lo devuelvo todo, mi acompañante no se aparta de mi lado y escucho la manera en la que suspira con mucha preocupación. Mi estómago se queda vacío y me levanto recargándome con la pared, caminamos hasta la puerta y la abre, pero al ver la cama, de inmediato me recuesto y cierro los ojos, me pesan y lentamente los cierro mientras observo la pequeña sonrisa que se dibuja en sus labios.

Ashley: Gracias por todo... -Susurro y me quedo completamente dormido-.

(...)

Poco a poco comienzo a abrir los ojos, observo a mi alrededor y no sé en dónde me encuentro, los recuerdos de la noche anterior se me hacen vagos, y no logro comprender lo que ha pasado; siento el estómago revolverse y lo devuelvo todo en el cubo de basura que está junto a la cama, todo el alcohol sale por ahí hasta que por fin saco todo lo que llevo dentro; me siento en la cama y tallo mis ojos, observándo que en la mesa hay un plato tapado junto con una taza para café, la jarra y un vaso de jugo, me quedo dudando por un momento y sigo sin entender lo que está pasando, me levanto de la cama y caminó a donde está la mesa, tomándo una nota que se encuentra doblada.

"No quería despertarte o molestarte, puesto que te ibas a sentir mal y consideré que lo mejor era que descansaras el tiempo que necesitabas. Come lo que hay ahí, me he tomado la molestia de ordenar por ti, nos vemos en la noche, hay muchas explicaciones por dar.
A."

Releo una y otra vez la nota y me pregunto respecto a quien es mi salvador anónimo, pero por el otro lado me siento agradecido por las molestias que se ha tomado, destapo el plato y me encuentro con un plato de huevos revueltos, y aunque por un momento el estómago se me revuelve, al mismo tiempo gruñe y muere de hambre. Me siento en la mesa y prendo el televisor de la habitación en busca de un buen programa; el plato queda vacío en menos de cinco minutos, y suspiro satisfecho, me levanto y entro al baño, abriendo el agua, me despojo de la playera y justo en el momento en que lo haré con mis pantalones, escucho la puerta de la habitación cerrarse, salgo del baño y me quedo totalmente sorprendido ante lo que estoy viendo, mi rescatador, la persona que me ha ayudado desde la noche anterior. Él me regala una pequeña sonrisa mientras deja algunas bolsas en la mesa sin hablar; me acerco y lo tomo de los hombros para verlo de frente.