Era hora de volver a casa, mientras Celia iba en el coche, hablo a Nico, quería saber que era tan importante, ya que no había parado de pensarlo en toda la tarde. Estaba nerviosa, muy nerviosa.
-Hola Nico! Ya puedo hablar más tranquilamente
-Perfecto, no se ni como decírtelo...
-No tengas miedo, seguro que no es para tanto jajaja
-Bueno, es una cosa que puede que cambie nuestras vidas.. Aunque lo mas seguro es que tu no estés de acuerdo
-Confío en ti, y se que si para ti algo es tan importante, seguro que para mi también-dijo ella, sin saber el cambio que esto produciría
-Bueno... ¿Te acuerdas hace cuatro meses, cuando empezamos a hablar? Bueno, pues era porque te quería conocer mejor, siempre te veía por los pasillos y me sonreías, y, aunque yo no creo en el amor a primera vista, me enamore de tu sonrisa, así que decidí hablarte para conocerte mejor.
Nos fuimos conociendo poco a poco, y cogimos confianza enseguida, como si ya nos conociésemos de antes, cosa que me sorprendió bastante ya que yo no soy así. Me encanta tu forma de ser, la forma que tienes de afrontar los problemas, que sonríes siempre. Aun que no lo creas eres el motivo de mi sonrisa, de que me levante por las mañanas... No puedo parar de pensar en ti, y de esperar la hora de verte y que sonriamos por unos segundos. Y se que esto no es mutuo, que tu tienes novio... No se porque te digo esto, pero te lo tenia que decir...
La joven leyó el mensaje varias veces, no se creía lo que Nico sentía por ella. No sabia que responder.
-Esto me pilla por sorpresa- contesto finalmente ella- porque por mucho que tenga novio, eres tu el que me saca una sonrisa cuando más lo necesito, eres tu el que hace que este nerviosa porque te vaya a ver, eres tu a quien de verdad le importo...
-No se que decir, aunque me halaga que pienses eso...
-Te prometo que voy a pensar todo esto, porque ahora estoy en shock.
-Vale princesa, no te quiero presionar, quiero que sepas que decidas lo que decías te voy a entender. Te quiero mucho pequeña.