Parte 3

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Un trazo tras otro, un fuerte borrón, una mano cansada de borrar y trazar arruinando lo antes dibujado. Jane se frustró al ver que su intento de chico "X" se asemejara más al florista tenía algunos tachones desistió y opto por tomar una nueva hoja de papel comenzando a plasmar el rostro que tenía en mente, aunque en algunas partes terminara siendo desigual, pero por suerte ahí estaba su borrador para perfeccionar la expresión facial, no dejo la hoja hasta que acabó con el dibujo y ella quedó lo suficientemente satisfecha con el resultado; se recostó en su almohada y no pudo resistir más el sueño, Jane viajo al país de nunca jamás con rapidez.

-Es un secreto. -Masculló ChanShik posando su dedo índice sobre sus labios, Jane lo miro confundida, GongChan rio ante el gesto, cuando una chica lo veía así no podía evitar pensar en que se veían muy lindas; poso sus manos sobre los hombros de ella aprovechándose de sus veinte centímetros menos de estatura como si jugasen al trencito la llevó hasta una rustico parqueadero que quedaba a tres cuadras de la floristería. -Rentaré una camioneta por unas horas. La chica entreabrió los ojos y su boca, más que un secreto esto le parecía una sorpresa anticipada. -Pero... No te ves como una persona que sabe conducir. -Exclamó con cierto grado de ironía, pero su contagiosa sonrisa hizo que GongChan dejara pasar el comentario burlón. Subieron a la camioneta, hoy como siempre debía estar el blanco en alguna parte de su vestimenta, encendió el vehículo y se marcharon, se guiaba por el mapa que le brindaba su teléfono, sabía que debía tomar la antigua carretera antes del kilómetro 5, para traspasar el área metropolitana, rumbo a la vida rural.

- ¿A dónde vamos? -Decía Jane a cada quince minutos
-Es un secreto. -inquiría GongChan arruinando las expectativas de la chica como su nivel de paciencia.

El viaje tomo dos horas, mientras Jane se durmió en la camioneta para el joven Gong tenerla dormida a pocos centímetros de él era una sensación que nunca había vivido, estaba callada, se veía tan tranquila y algo angelical, su cabello desordenado por el contacto con el asiento, lo gracioso para el joven en sí era ver como despertaba por unos segundos se jalaba de sus cabellos se daba una palmada en la cara como quien simula pegarse, incluso podía llegar a meter uno de sus dedos en su nariz y de nuevo como todo lo que hacía se volvía a dormir en un instante. Despierta ella nunca haría eso y él con casi nada de conocerla ya lo sabía, también que al despertar y verse al espejo se aterraría como cualquier mujer normalmente lo haría. - ¿Ya llegamos? -Dijo en medio de sus bostezos. No, aún no habían llegado, pero estaban muy cerca o al menos eso indicaba el mapa del navegador de GongChan.

- ¿Qué es esto? -Dijo sin apartar su mirada del pelinegro, bajó de la camioneta y en olor de la grama era desagradable, GongChan no dejó de pensar que ella exageraba con sus gestos como sí tuviera nauseas en todo momento. Él indicó que debían dejar la camioneta aquí ya que el lugar era seguro, jane lanzó un comentario sarcástico que el muchacho prefirió ignorar adelantándose en la fase de la caminata. Pasaron un par de segundos para que ella gritara su nombre y fuera detrás de él preguntándole hacia donde iba. Aquel lugar se trataba de un barranco que debían bajar y Jane no dejaba de quejarse pero al menos no se lamentaba de haber traído con ella otro tipo de zapatos no deportivos, algo le decía que ese joven la llevaría a las fueras de la ciudad. Los olores se mezclaron, un aroma floral junto a tierra mojada se hallaba cerca de ellos, y cuando menos lo esperaba de los labios de ChanShik se escaparía un "hemos llegado" consigo tenía un bolso que abrió sacando unas enormes tijeras. Jane daba una impresión de desorientada, pero agarro su brazo y cuestiono qué estaban haciendo. GongChan solo sonrío dándole a entender que debían cortar flores.

El joven caminaba a paso rápido y más atrás estaba ella intentando detenerlo; ¿qué clase de florista era ese? De repente un aroma se clavó en su nariz era imposible que no lo reconociera, estaban cerca de un campo de girasoles, Jane comenzó a correr impulsada por encontrar lo que ella ya había olfateado, y ahora era GongChan quien andaba detrás intentando alcanzarla, sus pasos eran muy rápidos y aunque el joven tenía unas piernas mucho más largas su bolso pesaba. Se detuvo en seco, había encontrado lo que quería, un campo de girasoles, quiso dar un paso hacia delante pero una mano se lo impidió, no necesitaba dar la vuelta para saber que era el florista sin embargo lo hizo y no se trataba de él. - ¿Qué hace usted aquí?; ¿quién es? -preguntó una voz de mujer que la aterró al escucharla.
-Este terreno es privado. -Replicó levantando aún más su tono de voz.
- ¿No tienen girasoles a la venta?
La mujer rio, una carcajada estridente pero nada jocosa, la ridícula inocencia de Jane la hicieron saber que aquella chica estaba completamente sola, y que era incapaz de acercarse otro par de metros a lo que ella tanto repetía como sus terrenos. Antes de marcharse del todo le hizo un par de advertencias entre esas que se fuera ya que una muchacha como ella andar sola por el lugar podría ser peligroso. Jane maldijo la hora en que se dejó traer por ese "tipo" como lo denoto, soltaba otras palabras entre dientes, hasta que el pelinegro apareció de la nada preguntándole quién era ese que ella tanto maldecía.

El florista (GongChan - B1A4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora