Hola, Mía. /Editando/

Treinta y nueve

-¿¡Que haces aquí!?-Gritó Mía.
-Apuñalar... Desangrar...vida...Riesgo- dijo agitada la hermana de Adrián, Jane.
Las dos chicas la miraron confusas hasta que ella respiro bien y se agarro el cabello como si se lo quisiera arrancar.
-APUÑALARON A ADRIÁN!- Pudo decir Jane.
-¿¡Qué!? Estas equivocada el está bien-Dijo medio serena.
-A la mierda! Él está en el hospital!!-Lloro y lloro- ve donde el pendeja, tú eres su vida.
La joven empezó a correr como si no existiera un mañana. Al llegar al hospital donde ya sabía dónde se ubicaba cada cosa, por haber visitado tanto a Linsy.
Le pregunto a la recepcionista y ella le dijo que era la habitación treinta y uno que se ubica en el pasillo siguiente a una columna con rayones de crayolas.
Le dijo al médico que era familiar para que la dejaran entra y así sucedió. Su madre estaba agarrándole su mano con los ojos aguados.
-Adrián...-empezaron a salir las lagrimas descontroladamente.
La mujer se levantó del asiento y se fue con un pañuelo en la mano, se despidió de Mía.
-Por qué la vida es tan injusta-se sentó donde estaba la mujer.
Agarro su mano y empezó a juguetear con ella. Lo necesitaba, si le hubiera dicho que volvieran nada de eso habría pasado.
-Hmm- un gruñido la alteró, se había despertado.
La chica se tiró encima de él para abrazarlo y no dejarlo ir. Este correspondió y le dio pequeños besos en el rostro.
-No te me vayas...-comentó Mía.
-No me iré y tú tampoco lo hagas- agregó Adrián.
Se sentó bien y lo miro a los ojos aunque los de ella estén rojos.
-Lo siento tanto..-sollozo-, Nathan no es mi novio.. Solo te quiero a ti. Lo siento mucho, mucho!
Él se acomodó y puso su frente en la de ella. Pasaron mucho tiempo platicando, agarrados de la mano.
Sin pensar para que actuar?-Piensa la joven en el pecho del chico.

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Necesito un Adrián TnT quien me lo consigue?
Bueno espero que les haya gustado c: