Capítulo 4: Hermanas

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Tras escuchar el timbre, Emma se dirigió a abrir la puerta, ya que poco después del timbre la otra comenzó a dar golpes a la puerta.

Emma: ¿Qué pasa? ¿No tenías llave?

Clara: Me las olvidé, gracias a la loca de mi hermana.

Emma: Jeje, lo siento.

Clara: He tardado un poco más porque he comido viniendo para acá -dijo entrando por la puerta- ¿se han despertado ya esos dos amigos tuyos?

Emma: Si, ya hemos comido y están en el salón.

Clara: Ok.

Emma: Chicos, ella es mi hermana, Clara.

Koga: Aunque sois gemelas, ella tiene el pelo corto.

Emma: Si al principio lo teníamos a la misma medida, pero con el tiempo yo me lo deje crecer, jeje.

Clara: Encantada, me llamo Clara, soy la mayor de las dos.

Koga: Igualmente Clara, mi nombre es Koga y mi amigo es Soma.

Soma: Hola hermana de Emma.

Emma: Bueno hermanita te vamos a explicar la verdad de donde vienen si no dices nada a nadie.

Clara: Tranquila, pero ¿mamá no te enseñó a no hablar con desconocidos?

Emma: Ya lo sé.

Clara: Bueno decidme lo que pasa aquí -tras las chicas sentarse entre los tres, se lo explicaron todo, y cuando terminaron, esperaron con miedo su actuación- ¿sabes qué Emma?

Emma: ¿El qué?

Clara: Conociéndote a ti, no me resulta extraño, así de claro no se como no te ha pasado antes, todo lo raro te ocurre a tí.

Emma: Gracias Hermana.

Clara: Y sin mí, no harías nada. Bueno, ¿qué vas a hacer? Porque no es muy bueno que ellos salgan a la calle, no por otras personas ya que parecéis chicos normales, sino por ese que os hizo aquello, pero a la vez, no es bueno que faltes tanto a clases, no es por no poner excusas y darte por la tarde los apuntes, sino porque ya son los exámenes finales, y no te conviene suspenderlos.

Emma: Ya lo sé, ains.

Clara: Este miércoles tenemos el de griego.

Emma: Ains, no me lo recuerdes, todavía ni he mirado de lo que va.

Clara: Hijap**a, bueno aquí traigo lo de matemáticas y literatura, y estudia, venga a hacer las cosas, que yo también tengo que hacerlo.

Emma: Ok, bueno chicos, podéis ver la tele o si queréis descansar un poco, yo tengo que hacer la tarea a parte de que me leeré el tema de griego.

Koga: ¿Podemos ayudarte en algo?

Emma: No tranquilo, no te preocupes, después nos vemos -subieron las escaleras y se dirigieron a una habitación la cual usaban para estudiar y hacer los deberes, Koga y Soma se quedaron en la sala de estar-.

Soma: Koga, ¿Crees que somos una carga? Sobretodo yo con el tobillo.

Koga: No digas eso, a Emma no parece molestarle y a Clara tampoco, además te ha dicho que para dentro de dos días estará como nuevo.

Soma: Y una cosa que no entendí, ¿por qué no nos persiguió?

Koga: No tengo idea, pero Emma parece no tener nada que ver en esto.

Soma: Ella es muy amable y simpática para ser alguien mala.

Mientras en el descampado en el cual los chicos estaban inconscientes, dos chicos iban mirando sus alrededores.

XXX: El rastro de esos dos llega hasta aquí. Pero no los veo.

YYY: Mario ven a ver esto.

Mario: ¿Qué ocurre Marian? -dijo yendo hacia su hermana y mirando una tablet que ella portaba-.

Marian: Aquí hay restos de pisadas y son de una tercera persona y su perro.

Mario: Rastrea el terreno antes de que venga alguien y mira quienes fueron -la chica sacó su collar de debajo de su camisa y señaló hacia las huellas esas-.

Marian: Muéstrame el pasado -se comenzó a crear la imagen del pasado y salió como Emma cogía a los chicos y se los llevaba-.

Mario: Así que esa es la razón por la cual no fuiste esta mañana a clases mi querida Emma, tenías que cuidar de esos dos idiotas.

Marian: ¿Vamos a su casa y la matamos?

Mario: No, primero porque vamos a dejar que se acomoden y segundo, porque Emma es una chica muy especial, ella tiene una fuerza demasiado grande como para enfrentarnos a ella así, y aunque esa fuerza esté dormida vamos a dejar que el tigre duerma un poco más -dijo el final de la frase con una sonrisa malvada-.

Volviendo a la casa.

La tarde paso tranquila ya había llegado las 21:30 pm y ambas bajaron para comer mañana Emma iría a la escuela. Ya todos sentados en la mesa de la cocina, ella comenzó a hablar.

Emma: Mañana iré a clases, por favor chicos no salgáis, no quiero que os pase nada más.

Soma: Pero queremos ser útil.

Emma: Y lo sois, pero prefiero que limpiéis la casa antes de salir, primero porque no conocéis esto y segundo porque puede ser peligroso. Además de que Soma con el tobillo así no puedes hacer mucho.

Soma: Ok, ¿a qué horas volveréis?

Emma: A las dos y media de la tarde.

Clara: Será mejor así, además así alguien cuidará de Tiger.

Emma: Bueno chicos, buenas noches -ambas recogieron sus platos y se dirigieron a sus respectivos cuartos-.

Koga: Buenas noches Emma, nosotros también deberíamos de ir ya a la cama.

Soma: Tienes razón.

Tras irse los chicos para la habitación, se durmieron, aunque a ambos le costó mucho, Koga pensando en la Señorita Saori y si estaban buscando una forma para que ellos pudieran volver, y Soma pensando en Emma y en que con su tobillo era un estorbo.

A la mañana siguiente Emma se levantó y como acostumbraba sacó a pasear a León, cuando volvió a casa subió, vió que los chicos estaban dormidos y tras acariciarle la cabeza a Soma, cogió su mochila y se fue junto a su hermana.

Continuará...




Los Caballeros del Zodiaco Omega: Dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora