Hace mucho tiempo una Caballera, Emma de Tigre, llegó a ser una santa de plata, hasta que un día en la gran guerra contra Hades, ella dió su vida para salvar a sus amigos y seres queridos. En un último intento Athena iba a intentar curarle, pero fue ella la que se negó, ya siendo solo desde su pecho a su cabeza lo que quedaba de su cuerpo, y porque sabía que si lo hacía perdería mucho cosmo, y no se lo podía permitir, aún así la diosa rezó por su alma para que no cayera en malas manos. Desde ese día no se ha sabido nada de ella, pero sigue su afán de proteger a todos y de preferir morir antes de arriesgar la vida de la diosa Athena.
Profesor: ¿Lo habéis entendido? -preguntó apagando el video-.
Yuna: Esa chica no daba valor a su vida tanto como a la de la Diosa y la de los demás.
Profesor: Muy bien Yuna. Ella supo desde el día en el que se convirtió en una caballera que su fin era proteger a Athena aunque su vida estuviera en juego por ello.
Soma: Empollona -dijo en un susurro inflando sus mofletes-.
Ryuho: Y si era una caballera ¿por qué no llevaba máscara?
Profesor: Porque en la primera competición que tuvieron su máscara fue rota por su contrincante y desde ese momento no volvió a usar ninguna. Por razón de que la Diosa le dio su bendición no tuvo que volver a usarla, a parte de cómo sabéis una Caballera que este enamorada no usa máscara, esa fue la segunda razón. Bueno hasta mañana, recordad que mañana tras rezar delante de la estatua de Emma haremos combates.
Todos: De acuerdo. Hasta mañana.
A la salida cada uno cogió por su camino, en especial Soma cogió hacia la estatua de Emma, ya que allí le esperaba su maestro, Jabu de Unicornio.
Soma: Hola Jabu, ¿he tardado mucho?
Jabu: No, es solo que yo he venido antes.
Soma: Hoy no han hablado de ella en clase -dijo mirando hacia la estatua- ¿como era de comportamiento?
Jabu: Era cabezona, alegre, sus ojos eran de un verde esmeralda precioso, su sonrisa era casi tan bella como la de Athena y su voz, su voz era como la de las musas.
Soma: ¿Erais buenos amigos?
Jabu: Éramos más que eso, pero eso no viene al tema, vamos a entrenar para tu combate de mañana, porque seguro que Koga está siendo entrenado por Seiya.
Soma: De acuerdo.
Comenzaron el entrenamiento ya en la casa del mayor y así estuvieron toda la tarde. Ya por la noche el león volvió a su casa, estaba muy agotado.
Al día siguiente ya estaban todos reunidos a las afueras del edificio donde iba a ser los combates, antes de entrar como dijeron el día anterior todos rezaron ante la estatua, incluso la misma Athena lo hizo.
Profesor: De acuerdo lo que hoy quiero ver en vosotros es lo mismo que tenía Emma, ella pensaba su estrategia, pero otras veces atacaba sin pensarselo dos veces, claro está, lo de como atacar lo elegís vosotros, tenéis que tener en cuenta vuestro elemento y lo que a vosotros os hace únicos.
Haruto: ¿Por qué dice eso? ¿de qué elemento era ella?
Profesor: Pues su elemento era... -en ese momento Seiya comenzó a hablar-.
Seiya: Su elemento era el fuego, pero a la vez a veces hacía técnicas y superaba prueba, las cuales alguien con su elemento no podía.
Jabu: Además de que una de las cosas que más resaltaba en ella, sin contar que estaba todo el día riendo, era que era muy fácil de cabrear, por lo cual ahí tomaba fuerza su elemento.
Shun: Incluso hubo una vez que usó todo su cosmo por tal razón no podía moverse, pero aún así nos escuchó gritar y solo con lo cabreada que estaba se levantó y venció al enemigo de un solo golpe.
Jabu: Contamos todo esto, porque seguramente en el video que visteis no se comentó nada.
Yuna: Parece que era una gran caballera.
Hyoga: Era de las mejores.
Profesor: Bueno vamos a comenzar con los combates.
Todo iba muy bien hasta que un caballero oscuro apareció en medio del combate entre Koga y Soma cogiendoles por el cuello y empleando una fuerza la cual los chicos no podían soltarse de su agarre.
Seiya: ¿Quién eres maldito?
Ryuho: ¡Sueltalos!
XXX: ¿Por qué iba a soltarlos? -dijo apretando un poco más sus manos, tanto que a los otros le estaba resultando muy difícil intentar soltarse- solo quiero jugar -volvió a apretar y a ambos se le fueron los brazos para abajo y cerraron sus ojos, poco aire les quedaban ya a ambos-.
Alumna 1: ¡Oh no! ¡Los va a matar!
Yuna: Maldito, suelta a mis amigos -la chica ya vestida con su armadura de águila se dirigió a aquella persona que estaba cogiendo a sus amigos como si de juguetes se tratasen-.
YYY: Niñata engreída -apareció una mujer también vestida de negra y empujó a Yuna hacia una pared, y dejándola inconsciente por el golpe-.
XXX: Ah sí -tiró a ambos al suelto y nada más que tocaron el suelo sus armaduras desaparecieron, todos iban a atacar pero pararon porque vieron que este los volvió a coger por los pelos levantandolos- a mi me conocen como Serpiente Negra, y a mi compañera como Pantera Negra, encantados.
Seiya: ¿Qué es lo que queréis?
P.Negra: Sabemos que tú -dijo señalando a Athena- tienes la mitad de la joya de la armadura del tigre.
Athena: Eso no os interesa, porque sin la otra mitad no podéis obtener esta armadura.
Jabu: Y aunque así fuera, jamás os daríamos esa joya, es lo único que nos queda de ella -dijo bajando a las arenas junto a Seiya-.
P.Negra: Que bonito -le lanzó un rayo a Jabu empujándolo contra la pared- protegiendo lo único que le queda de su amada.
S.Negra: Pues sí no nos la das, no tenemos de otra -en eso un gran agujero se abrió en el suelo- decidle adiós a vuestros amigos -los cogió a uno por el brazo izquierdo y al otro por el derecho se dirigió hacia el agujero- tienes hasta el viernes para volverlo a pensar bien, si cuando llegue el viernes no cambias de opinión estos dos sufrirán las consecuencias, hasta ese día nos los llevamos para asegurarnos que lo pensaras bien.
Y con eso ambos entraron por el agujero que habían creado, cerrándose tras ello.
Continuará...
ESTÁS LEYENDO
Los Caballeros del Zodiaco Omega: Dos Mundos
Fiksi PenggemarHace mucho tiempo una Caballera, Emma de Tigre, llegó a ser una santa de plata, hasta que un día en la gran guerra contra Hades, ella dió su vida para salvar a sus amigos y seres queridos. En un último intento Athena iba a intentar curarle, pero fue...