Ya había pasado tres días desde que los chicos estaban en la casa de las hermanas, el tobillo de Soma ya había sanado, Clara estaba todos los días hablando con Koga, todos los días iban a clases, y siempre regresaban a la hora que decían, cosa que si se retrasaba un minuto Soma se desesperaba por Emma y Koga por Clara.
La mañana del cuarto día salió en "El Tiempo" de las noticias de por la mañana que esa tarde llovería y habría tormenta, cosa que a Emma no le hacía mucha gracia.
Al llegar a clases hizo lo que estaba acostumbrada, se sentaba junto a Clara, el jueves las tres horas primeras eran de lengua, matemáticas y ciencias, lo cual era un poco aburrido, después tenían el desayuno de una hora y las tres horas siguientes eran de actividades extraescolares, en el caso de la pelilarga boxeo y en el caso de la pelicorta arco lo cual ocupaba solo una hora y media y la otra hora y media iban al club de música, esa fue la razón por la cual cogieron esa escuela, porque tenía muchísimas actividades extraescolares para cada gusto.
Ese día después de ciencia, cuando se estaban dirigiendo hacia el comedor, los matricula de honor de la clase, Mario y Marian se acercaron a Emma.
Mario: Hola Emma, me preocupaste mucho cuando no viniste el lunes.
Emma: Gracias por preocuparte.
Marian: Nos gustaría saber si querrías venir con nosotros a dar una vuelta, podrás saltarte las actividades extraescolares.
Emma: Dos cosas, la primera entre en esta escuela por las actividades extraescolares así que no me las voy a saltar y la segunda no tengo ganas de irme con vosotros -siguió andando para adelante con Clara-.
Mario: Ok, preciosa, ¿y qué tal esta tarde?
Emma: ¿Y qué tal nunca? Adiós voy a comer.
Ambas siguieron adelante y desaparecieron de la vista de los hermanos.
Marian: Va a ser más difícil separar a esos tres de lo que pensaba.
Mario: Te equivocas Marian, mañana separaremos a los tres, aunque tenga que aplicar la fuerza.
Marian: Disfruta esta tarde de ellos dos, porque será la última que los veas con vida.
Ya en el comedor tras coger sus bandejas con la comida que querían se sentaron en una mesa las dos solas.
Clara: Hoy tampoco se han levantado esos dos por la mañana
Emma: Tienes razón, pero Tiger los cuida.
Clara: Jajaja, a Tiger le han caído muy bien.
Emma: Si, jeje.
Clara: Tristemente hoy deberás volver tu sola para casa, ya que yo tengo que hacer el trabajo con la compañera de inglés
Emma: Sí, ya entonces te quedarás a dormir con ella ¿no?.
Clara: Sí, pero ¿seguro que estarás bien con los chicos?
Emma: Sí, no te preocupes.
Tras terminar de comer cada una se fue a su club de los cuales eran capitana y tras eso fueron al club de música, en total el tiempo de tres horas pasó rápido para las dos, justo después se despidieron y cada una cogió su camino. Al abrir Emma la puerta de su casa un sabroso olor manaba de la cocina.
Emma: Mn..., que bien huele -dijo entrando en la cocina-.
Soma: Espero que te guste.
Koga: Eso, porque lo ha hecho Soma, Clara ya nos llamó diciendo que no podía venir.
Emma: Seguro que está delicioso Soma -se sentó en la mesa y comenzó a comer- si, está buenísimo Soma, muchas gracias -le dijo con una sonrisa mientras miraba al pelinaranja y este se comenzaba a sonrojarse, en eso Tiger puso su cabeza encima de la pierna de su dueña y está la acarició-.
Koga: Lleva todo el día muy raro, creímos incluso que te había pasado algo malo, Soma un poco más y va a ver.
Emma: Jajaja, sabe que va a llover, y no es algo que le guste mucho.
Soma: Hoy tenías boxeo, ¿no?
Emma: Sí, bueno ¿a quien le tocaba hoy fregar?
Koga: A mi.
Emma: Ok, pues yo me voy a hacer la tarea, cuando termine bajaré.
Tal como dijo nada más subir se puso a hacer la tarea, y empezó a pensar en lo que había pasado con Mario y Marian, ¿por qué de repente se acercan a ella de esa manera? De Mario estaba acostumbrada aunque ella nunca le hacía caso, pero de Marian, su enemiga en todas las asignaturas excepto en boxeo ya que Marian no lo da. Nada más que terminó eran las cinco y diez, y ya estaba comenzando a llover, como dijo se fue para abajo con los chicos, pero cuando iba por las escaleras sus piernas se inmovilizaron con el ruido de un trueno, cosa que Soma se dió cuenta.
Soma: Emma, ¿estás bien?
Emma: Si, no tienes que preocuparte -en ese instante otro trueno sonó y por el impulso del miedo se abrazó al chico que había delante suya-.
Soma: Emma, ¿tienes miedo a los truenos? -la chica afirmó con su cabeza cuando estaba pegada al pecho del chico- tranquila yo estoy aquí -dijo correspondiéndole el abrazo- es esa la razón por la cual Tiger estaba así ¿verdad? -la chica volvió a afirmar de la misma manera de antes- ok, ven por aquí -deshizo el abrazo pero a cambio le cogió la mano y por como se la cogió no tenía intención de soltarla, y se dirigió al sofá-.
Koga: ¿Qué te ocurre Emma?
Emma: Tengo miedo a los truenos -nada más sentarse Tiger volvió a apoyar su cabeza en las rodillas de su ama-.
Koga: Pues no te preocupes, nosotros estamos aquí para protegerte, jeje.
Emma: Gracias chicos, aunque he tenido amigos y a mi hermana, siempre cuando habían trueno, no se podían venir conmigo y mis padres siempre estaban trabajando, mi hermana siempre hacía lo que podía, pero desde la muerte de mis padres no los aguanto.
Soma: Pero ahora no estás sola, estás con nosotros y no nos separaremos de aquí.
Koga: Exactamente.
Fue la primera vez que Emma se sentía protegida en un momento así, estuvieron toda la tarde riendo viendo la televisión, que cuando llegó la hora de la cena no se dieron ni cuenta de lo rápido que fue el tiempo, y tras cenar cada uno se fue para su habitación.
Soma: Koga, voy a irme esta noche con Emma, no quiero que no pueda dormir por culpa de los truenos.
Koga: Ok, buenas noches Soma -cuando Soma salió de su dormitorio cerró la puerta tras de sí y se fue al cuarto de la chica-.
Soma: Hola Emma, ¿quieres que duerma contigo esta noche?
Emma: Me encantaría, sobre todo porque sé que así dormiré.
Soma: Jeje -se fue hacia la cama y se metió junto a la castaña, abrazándola- buenas noches Emma.
Emma: Buenas noches Soma.
Continuará...
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Los Caballeros del Zodiaco Omega: Dos Mundos
FanfictionHace mucho tiempo una Caballera, Emma de Tigre, llegó a ser una santa de plata, hasta que un día en la gran guerra contra Hades, ella dió su vida para salvar a sus amigos y seres queridos. En un último intento Athena iba a intentar curarle, pero fue...