Capitulo 5

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Las estrellas se asomaban, mostraban su brillo natural y espectacular, la luna enorme reflejaba su luz en el mar. Era una noche linda, combinada con una brisa tan refrescante, no fría ni molesta, si no refrescante.
Se escuchaba como las olas chocaban con las piedras y hacían mucha espuma.
—Bonita vista ¿verdad?—exclamó Normani al ver que su amiga se detuvo al ver el paisaje.
—Hermosa—replicó la oji-verde, su rostro tenía una leve sonrisa  y sus ojos brillaban ¿por qué? Tenía un presentimiento de que la encontraría. Si, cada vez que veía el mar su obsesión por encontrarla y saber más de ella crecía.
—Bueno, debemos entrar, muchos patrocinadores te están esperando—dijo Normani mientras ponía su mano en el hombro de su amiga, desvío su mirada y se adentraron al lugar.
Ya no se sentía la presencia del mar, pues había muchas luces blancas, varias mesas con bocadillos, globos de colores plateados, música clásica de fondo y varias personas usando traje.
—¡Tú debes ser Lauren Jauregui!—exclamó una voz demasiado gruesa, ambas chicas voltearon y se encontraron a un señor alto, delgado, ojos azules y cabello castaño.
—¿Si?—contesto  temerosa la oji-verde. El hombre estrechó la mano con Lauren de una manera muy fuerte, se presentó como "Patrick Jill" es un patrocinador de la compañía "Dakine" una de las más conocidas, pero según dicen por ahí que son muy estrictos.
—Bueno, he escuchado de ti, ganadora de varios concursos en tu ciudad natal, presupuesto bajo, no has competido en un torneo, ranking de 9.3...—decía Patrick, todo era verdadero, pareciese que dicho hombre sabía toda la biografía de la chica.
Habían pasado como una o dos horas, estaba hablando con el hombre. Normani parecía muy interesada, lo extraño era que Lauren no.
El hombre les explicaba los términos y condiciones, nunca había pensado que tener un patrocinador sería tan aburrido, ella se lo imaginaba mejor.
Si ese hombre seguía hablando, su cara caería a la mesa y quedaría profundamente dormida. Pero gracias a que alado de ella estaba una cubeta de hielo, tomaba una y hacía que se derritiera en su mano, eso la mantenía despierta.
Normani se dio cuanta y discretamente le pellizco la pierna.
—¿Qué te pasa?—le susurró molesta esta Lauren a su amiga, su boca hacia una gran "o", su ceño estaba fruncido y presionaba su pierna con su mano.
—¿¡Hay algún problema!?—intervino Patrick, ambas chicas negaron con la cabeza pero Normani interrumpió.—Creo que Lauren debería traer una ración de bebidas ¿o no?—enfatizó la chica, así que la oji-verde dejó caer los hombros y con cortesía se levanto de la mesa.
Necesitaba aire fresco, así que decidió salir de aquel lugar. Cruzo la calle y se sentó en la arena. De modo que sus pies estuviera en el agua. Eso era muy refrescante.
Abrazó sus rodillas mientras veía el mar que se movía con tranquilidad, de repente una concha de mar cayó sobre su cabeza.
Tomo dicho objeto y miro hacia todos lados, pero al parecer no había nadie. Otra concha de mar  cayó, la tomo y la junto con la otra, estaban algo mojadas y tenían resto de arena.
Se paró y miro hacia el mar. Camino hacia dónde estaba las rocas, tenía un presentimiento. Su rostro dibujaba una sonrisa cada vez que se acercaba más a dicho lugar.
—¿Esto es tuyo?—pregunto justamente cuando se asomó tras unas rocas, pero no había nadie.
—Si—escucho una voz, giro su cuerpo pero no había nadie. Volvió a mirar las rocas y de ellas se asomó una chica de pelo largo y negro, rostro hermoso y tímido, era Camila.
—Eres muy astuta—prosiguió Lauren mientras le extendía la mano para darles las conchas de mar. Pero ella solo tomo una.
—La...otra...es...tuya...es un...regalo de mi—se señaló a sí misma—para...ti—señaló a Lauren.
—¡Qué lindo! Pero, no te ofendas ¿pero? ¿Qué eres? Es decir, tus manos son distintas a las mías, tú vista tiene como un toque mágico, solo te he visto del cuello a la cabeza...¿¡Por qué hablo tanto!?
Camila rio tímidamente con la cabeza baja, después recuperó su postura original y con una gran sonrisa miro los ojos verdes de Lauren.
—Sirena
Al escuchar eso, los ojos de Lauren se abrieron como platos, su boca formó una gran "o" y se sentía un poco nerviosa. No sabía qué decir, las sirenas eran reales y tenía una hermosa sirena enfrente de ella.
—Tu no...eres..sirena ¿qué eres? Eso es raro—pregunto Camila mientras señalaba las piernas de Lauren.
—No ofendas mis piernas...soy un humano—replicó la oji-verde.—Bueno no sé cómo decirlo pero...
—¿Te sientes bien? Te ves muy nerviosa—interrumpió Camila, pero la oji-verde negó, se arrodilló para estar a la par con ella.
La miraba fijamente, sus ojos tenían un brillo mágico, sus labios se veían delicados y su piel brillaba. Alzó lentamente su mano en dirección al rostro de Camila, quería sentir su piel.
Las yemas de su dedos recorrían cada centímetro del rostro de la sirena. Camila sentía como dulzura y protección, cerró los ojos y dejó que Lauren la acariciara.
Nunca había convivido con humanos, habían varios mitos de ellos pero al aparecer Lauren era un humano bueno, le brindaba seguridad, era hermosa y sobre todo, le gustaba sus ojos verdes.

N/A
Hola! Perdón por si hay alguna falta de ortografía o algo mal redactado.
L@s amo  ❤️

Deep ||AU|| (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora