Siente que en cualquier momento le dará un puñetazo en la cara a Brian. ¿Quién se ha creído que es? Sí que ha estado mucho tiempo coqueteando con ella, pero no es para que a la mínima intente comerle la boca. ¿Debería seguirle el rollo? ¿O eso conseguiría que Dean tuviera una mala imagen de ella? Un momento, ¿qué importaba Dean? Si él era peor aún que el chico que en ese momento tenía una mano en su trasero mientras bailaban.
Le miró alzando una ceja y él rió. Chelsey frunció el ceño. ¿Se reía de ella?
-¿Qué te hace tanta gracia?- le preguntó lo suficientemente alto como para que le oyera por encima de la música.
-¡No seas aburrida! ¡Déjate llevar!- él estaba riendo y en ese momento ella no era muy consciente de sus actos. Se preguntó algo mientras miraba al chico. ¿Por qué no? ¿Por qué no podía divertirse alguna vez y hacer una locura?
Antes de que le diera a tiempo a arrepentirse, puso las manos detrás de la nuca del chico rubio y comenzó a besarle, rogando a los dioses que el chico le siguiera el juego y no se separara de ella, dejándola en ridículo delante de Andrew y Dean, que bailaban a unos metros de ellos.
-¡Parece que Chelsey se divierte!- oyó la voz del primero mientras continuaban liándose, primero ella con las manos en su nuca y después en su pelo. El chico no despegó las manos de sus caderas. Al parecer había pillado el concepto de "no tocar culo".
No oyó la respuesta de Dean. En su mente se lo imaginaba a él encogiéndose de hombros como a quien le cuentan algo que ya sabe o no le importa en lo más mínimo.
¿¡Pero por qué narices se está imaginando a Dean!? ¡Tiene 16 años! ¡No puede estar todo el día comiéndose la cabeza por un chico, y menos por él! Como si no le conociera.
-Pareces distraída- le murmura Brian al oído cuando se separan. Ni ella misma sabe lo que había estado haciendo. Sólo sabe que ha bebido más de lo que debería, que está muy mareada y que acaba de morrearse con uno de los jugadores del equipo de fútbol. El capitán, concretamente. Ese pensamiento la ha dejado más mareada aún, así que con una excusa poco creíble se va hacia la barra y se deja caer en un taburete. En cuanto divisa al chico que trabaja ahí le hace un gesto con la mano para que se acerque y saca dos tickets que le han dado al entrar.
-Dos chupitos- le dice sonriendo, intentando que no se le note que ha bebido bastante.
-¿De qué?- dice cogiendo los papeles que le da.
-Hmmm...- dice pensando un momento. ¿Qué pasará? -...tequila- sonríe abiertamente.
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Cómo enamorarse sin morir en el intento
RomanceConversaciones. Risas. Palabras. Encuentros. Amor. Amistad. Portada: RealitySuck