-Voy un momento al baño- le dice Chad a Byron por encima de la música y le deja bailando con las chicas y Alan. Hace un rato que ha perdido de vista a Anne, Andrew y Dean, pero lo que le preocupa un poco ha sido la desaparición repentina de Chelsey y Brian.
Va al baño, andando por un estrecho pasillo, y de repente siente como sus piernas se debilitan. Suspira y se apoya contra la pared, sacando de su bolsillo un sobrecito de azúcar que ha cogido de casa antes de salir. No ha bebido nada y sabe que no tendrá consecuencias ya que no lo mezclará con nada.
Con dos dedos va cogiendo pequeñas porciones y se las va tomando. Cuando queda menos de la mitad siente que su visión se vuelva a poner bien y sus piernas se fortalecen de nuevo, lo normal en un chico como él, que sale a correr casi todos los días.
Pero sabe que pronto tendrá que dejar de hacerlo.
Sacude la cabeza y dirige sus pensamientos al sonido de unas arcadas en el baño de chicos, pero que sin duda proceden de una chica. El estómago se le revuelve al pensar en ese sonido tan familiar para él en las últimas semanas y, sacudiendo su cabeza de nuevo, entra en el baño y se agacha un poco al ver unos zapatos con un poco de tacón de color azul. Sabe de quién son.
-¿Chels?- pregunta y oye un pequeño quejido por parte de la aludida que, está seguro de que es su amiga y que está vomitando.
-Dime- al oír la respuesta de la pelirroja, se estremece ya que su voz está rota, como si hubiera estado llorando. Pero sabe que es por haber expulsado vómito por su garganta.
Y le da asco pensar que todo eso le es tan familiar.
-Ábreme- dice sacando esos pensamientos de su cabeza y empujando la puerta. Es cuando se da cuenta de que está abierta y ve a su amiga sentada en el inodoro con la cabeza entre sus manos y la respiración agitada. Apesta a alcohol -¿Cuánto has bebido?- pregunta serio y oye una risa amarga antes de que levante la cara. Hace una mueca -Estás hecha un asco.
-Gracias- dice ella con sarcasmo y suelta una risa, que al instante se convierte en una nueva arcada, por lo que el pelirrojo interviene rápidamente y la coge de los brazos para poder levantar la tapa.
Cuando comienza a vomitar, la ayuda a ponerse en una posición en la que no le duela la espalda y le hace una coleta en el pelo, sujetando con su otra mano su cadera para que no se desplome en el suelo.
-¿Qué pasa aquí?- oye que preguntan detrás de él. Se gira y ve a Dean con el ceño fruncido. No le conoce mucho, pero sabe que el chico no está nada contento y no puede imaginar por qué. Aunque por un lado piensa que su amiga se encuentra en bastante mal estado, no puede evitar pensar también que Chelsey le había dejado caer en una conversación hace tiempo, que no parece que Dean se preocupe mucho por ella.
Cuando supo eso de él, le empezó a caer mal, pero ahora que lo conoce no parece una mala persona, sino que pasa de todo. Aunque parece tener una cierta ignorancia por su amiga.
-No debe beber tanto- le dice haciendo una mueca y se vuelve a concentrar en su amiga, que ahora tiene los ojos cerrados y respira con dificultad. Repite la expresión de su rostro, coge un trozo de papel y le limpia la boca, la cual está manchada con vómito.
-¿Qué hace en este baño?- pregunta el recién llegado asomándose un poco para ver a Chelsey y cuando, al parecer se cerciora de que está "viva" se encoge de hombros y se mete en un cubículo.
-Supongo que no ha visto el letrero- dice el chico confundido. ¿Acaso no ha visto en el estado en el que está? ¡Parece como si sólo se hubiera tropezado! Y seguramente lo ha hecho, ya que se estaría cayendo de lado a lado hasta que encontrara un baño.
Mira su móvil la hora y ve que son las dos de la mañana. Suspira. Tiene que avisar a Byron y llevar a Chelsey su casa, ya que si la lleva a la suya en ese estado puede que su madre los regañe y castigue a su amiga hasta que cumpla 18.
-Dean- dice, muy a su pesar, necesitando su ayuda.
-¿Sí?- ve como sale del baño y se lava las manos.
-¿Podrías llamar a Byron? Necesito ayuda.
Ve la expresión en el rostro del chico. Primero frunce los labios y cierra los ojos, mientras aprieta los puños. No entiende nada.
-Yo... me quedaré con ella. Llámale tú- se ve que ha visto la expresión de duda en su cara porque añade rápidamente -Venga, tú ya has estado con ella, déjame ayudarla.
Sorprendido por su cambio de actitud (aunque parece que lo haya forzado) se levanta, dejando cuidadosamente a su amiga con la cabeza y los brazos apoyados en la tapa, respirando agitadamente.
Le da una última mirada a Dean y sale del baño en busca de su novio.
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Cómo enamorarse sin morir en el intento
RomanceConversaciones. Risas. Palabras. Encuentros. Amor. Amistad. Portada: RealitySuck