El comienzo de un acercamiento sin retorno

66 3 0
                                    

Llego a mi casa sonriendo como un niño al que le han regalado su juguete favorito. Voy al baño a lavarme los dientes y veo el reflejo de mi rostro en el espejo, noto y descubro que nunca en mi vida  tuve este brillo en los ojos. Reconozco que he salido con mujeres y candidatas tampoco me faltan, pero llegar con esta cara de bobo sin siquiera haberle robado un beso a la mujer que me ha hechizado es para reírme de mi mismo. Dejo el baño y me quito la ropa para luego acostarme y poder dormir. Cierro los ojos repasando mentalmente todo lo que ha sucedido en el día de hoy. Muchas cosas Isaac- me digo. Sigo con esta sonrisita patética en mi rostro, cuando lo peor de todo es que no se como mierda voy a sacármela, me giro hacia un costado en la cama y me entrego a un tibio y abrazador sueño.

Ya es domingo, día creado para descansar, acomodar cosas que pasaste por alto en la semana y por sobre todas las cosas para disfrutarlo en familia. Esto me trae un toque de nostalgia por lo que decido hablar un rato con mi mamá y mis hermanos para distraerme un poco y ponerme al día sobre las cosas que están ocurriendo en mi San Juan querido, mi hermosa tierra natal.

Me comunico con ellos y mi madre me da un sermón sobre la vida de medio barrio, eso me da mucha gracia y tranquilidad también al notar en su tono de voz tanta energía. Ya no está tan apagada como los días posteriores a cuando me fui. Hablo con Hugo (mi hermano, el que nació después que yo y gran personaje por cierto) a diferencia de mí él huye de todo tipo de compromiso, es más jura que nunca ve a caer rendido a los brazos de una mujer.

-Eso lo veremos- le digo a manera de chiste.-El amor llega cuando uno menos lo espera- añado y por un instante pienso si a mí Cupido ya me ha tocado con su flecha.

-Hablando de esa forma pareces un banana enamorado. No te habrá picado el bichito del amor hermano? Te estoy perdiendo!! No por favor, maldito Cupido no te lo lleves!!! Grita en forma exagerada y yo me río mientras entorno los ojos.

-Hugo madura de una vez por favor. No me ha picado ningún bichito, a vos te picó el de la locura me parece!!! Nunca se puede hablar nada serio con vos- le digo sonriendo.

La conversación sigue un tiempo más hasta que logramos despedirnos y corto la charla. Observo a mi alrededor y otra vez respiro la soledad.-Es solo un tiempo Isaac para ayudar a tu familia- me digo a modo de auto consuelo y de pronto cuando creía que mis ánimos se venían a pique mi teléfono suena. Miro la pantalla frunciendo el ceño y desconozco el número. Atiendo en un tono lo más cortante posible ya que no estoy para bromas.

-Hola! Quién habla?!- espeto y mi voz suena lo bastante ruda como para intimidar.

-Isaac??- preguntan del otro lado y al escuchar esa voz angelical mi corazón se dispara.

-Abby?? Eres tú?? Te pido mil disculpas si te hable mal. Sucede que no tengo tu número registrado y sospeche que me estaban realizando una broma- No emite ningún sonido solo escucho su respiración. Tarda en contestar y ese silencio me esta poniendo los pelos de punta.

-Abby?? Estás ahí??- pregunto cada vez más impaciente.

-Estoy aquí, todo bien no te preocupes. Solo estaba llamando para saber si puedes trabajar en mi casa, como ya te dije necesito pintarla lo antes posible y me gustaría que fueras tú quien lo haga. En el caso de que aceptes, cuando piensas que puedes pasar a verla por dentro?.Así me dices los materiales que necesito y el costo del trabajo.

- Mañana a la tarde si quieres voy para tu casa. Termino en lo de Víctor y paso por allí. Quieres??- Cruzo los dedos para que así sea.

-Ok, me queda bien. Entonces mañana nos vemos en casa. Chau, que descanses Isaac. Y gracias nuevamente por haber cuidado de mí .- Se despide dejando su voz flotando en el aire.

-Chau Abby, nos vemos, que descanses. Fue un placer cuidar de tí y lo haría siempre que fuera necesario-,le digo y me da un poco de gracia por que nunca en mi vida con las chicas con las que he estado he sido tan cursi como lo he sido ahora.

Corto y me quedo mirando el celular como un papa frita enamorado. Mañana será el primero de muchos encuentros, en los cuales no solamente estaremos juntos varias horas al día sino que sería también bajo el mismo techo y justamente el perteneciente al de su casa.

-No pierdas las esperanzas Isaac, no está todo perdido. Al final podrías conquistar su delicado corazón, solo es cuestión de tiempo y paciencia-, me digo a mi mismo.

Creo que lo que queda del día me lo pasaré contando las horas que me faltan para poder tenerla frente a mí y que suceda quien sabe que cosa. A la noche me voy a dormir con la esperanza de que pasen pronto para así volver a verla. Veremos que sucede a partir de ahora. No pierdo las esperanzas...


Corazones compatiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora