-Vente conmigo a madrid.
-Como crees?, no puedo irme tan lejos, como pagaría un departamento allá.
-No pagaras nada, vivirás conmigo, allá hay suficiente para ambas.
Acepté la propuesta de Frida, era lo mejor, si quería salir de donde estaba esta era mi gran oportunidad. Ambas empezamos a preparar maletas y a hacer cajas para la mudanza y como no pensaba llevarlo todo solo lo necesario, terminamos en aproximadamente 6 horas. -Listo! mañana mismo te saco de aquí Karina, ahora empezarás vida nueva. Dijo emocionada Frida. -No piensas ir donde tu madre? -Ya pasé a verla y le conté que necesitabas ayuda y me dijo que me tomara mi tiempo, ella está bien, ahora importas tú.
Tenía días que no salía y ansiaba hacerlo, esta vez no caería mal si tenía compañía de mi mejor amiga, así que le comenté que quería ir al mall y le cayó excelente la idea, de inmediato nos arreglamos y salimos del lugar en lo que se hace llamar bola de humo.
Compramos algunas cosas y fuimos al cine, me distraje mucho y me divertí bastante con Frida, lo necesitaba, lo ansiaba, y gracias a ella se pudo dar, sentía que le debía la vida a esa muchacha alta y morena de pelo castaño.Dormimos temprano, teníamos que madrugar, fue incómodo, me pasó como cuando duermes esperando algo y esperas la mitad de la noche despierta y el sueño llega cuando ya casi debes despertar, en fin, intenté dormir 2 horas pero en menos de 1hora ya eran las 6am y debía alistarme para el viaje, ya tenía el vuelo que habíamos comprado ayer mismo cuando salimos así que me paré y entre sueño aún caminé hacía el baño, me duché y me cambié en un dos por tres y procedí a preparar dos panecillos para comer antes de irnos.
-Ya estoy lista, podemos irnos. Dijo frida tocandome los hombros seguido un fuerte abrazo. Listo todo salimos del apartamento, me costó mucho despedirme de este y mas de mi querido pueblo, pero estos juntos me traían muy malos recuerdos y además debía empezar una nueva vida para lo que era menester hacer cambios drásticos como este. Llegamos al aeropuerto y esperamos un rato nuestro vuelo, dadas 2 horas exactamente nos tocaba abordar el avión, agarradas de manos como lo que eramos, dos mejores amigas, nos dirigimos a nuestro puesto.
Empezaba a sentir el cambio en mi vida, el avión empezo a despegar y a dejar tierra atrás y yo igual empecé a alejar cada recuerdo que viajaba por mi vaga memoria dejando caer unas cuantas lágrimas que hicieron un recorrido parecido al de las pasarelas de moda por mis mejillas, Frida me tomó una mano y trató de calmarme diciendome que todo estaría bien. No supe mas de mi, quedé rendida en hombros de Frida hasta la hora de pisar tierra que con unos leves golpecitos Frida me hizo notar. -Ya está?; pregunté aún lejos de la realidad. -Si!! ya llegamos amiga!.
Estaba en Madrid, este sería mi nuevo hogar ahora, ya ansiaba conocer nuevas personas y encontrar rapido un trabajo sustentable. Tomamos un taxi que nos llevó hasta mi nuevo hogar, la casa de Frida y que asombro el mío al llegar, Frida vivía en WAOO! Gran casona esta!. Vamos es tu nueva casa ahora también, entra; dijo chistosa Frida mientras me daba unos empujonsitos para que adelantara el paso. Era simplemente hermosa la casa de mi amiga, al verme paralizada Frida me agarró por un brazo y me dió un tour para conocer la casa hasta llegar a la que sería mi habitación que estaba de más decir que estaba chulisima.
Empecé a arreglar mis cosas en mi nueva habitación, cuando de repente escuché mi celular sonar, era un msj de texto:
-Necesito verte. Carlos.
Carlos?, CARLOS? lo pensé y lo grité en voz alta. Ahora se atrevía a ponerme un msj como si nada hubiese pasado, pues no, ni le responderé ni mucho menos le haré caso.
Ahora que empezaba a olvidar no podía permitir que el me arruinara mas la vida, no, no después de dejarme sin al menos una simple explicación, no iba a perdonarle eso NUNCAA!
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¿Se acabó o lo acabé?
Short StoryNo fue lo que deseé, fue lo que quiso el destino. uno era mi mejor amigo, en tiempos atrás el amor de mi vida, el otro era mi novio a quien quería infinitamente. Pero el tiempo no siempre corre a nuestro favor, a veces nuestras decisiones no so...