Someday maybe (Camren fanfic)

Capitulo XI

Llegamos a casa de Camila la cual estaba repleta de gente que no conocía, haciéndome sentir profundamente incomoda.

"Mi familia se encuentra de visita, hay algo así como una pequeña fiesta" me susurró "No te preocupes, yo me encargo, tu solo déjame hablar a mi"

"Está bien" respondí y no podía creer como me tenía pero debía admitir que adoraba la manera en la que me 'mandaba' de alguna forma.

Su madre se acercó a nosotras "Lauren que gusto tenerte aquí nuevamente" Me sorprendió que recordara mi nombre.

"Hola señora Cabello, encantada de verla"

"Ya te he dicho que puedes llamarme Sinu querida, pasa y ponte cómoda" me presento al resto de su familia; primos, tíos. Todos parecían muy agradables.

Camila le susurro algo a su madre y ambas sonrieron. Sinu respondió un poco más fuerte por lo que fui capaz escuchar "Pueden dormir en el departamento de tu tía, esta noche se encuentra desocupado"

Mi corazón comenzó a latir rápidamente cuando ambas me miraron buscando mi aprobación.

"No hay problema" logre decir.

"Acompáñame a mi habitación a buscar ropa" dijo Camila tomando mi mano y ambas nos fuimos.

Al estar solas no pude evitar preguntar qué demonios estaba pasando. Estaba totalmente desorientada.

"Le dije a mi madre que estabas aquí porque te sentías mal por un chico y necesitabas hablar conmigo ya que nos habíamos vuelto muy cercanas últimamente" se encogió de hombros como si fuera la cosa más común.

"¿Y por eso nos dio el departamento de tu tía?" pregunte con curiosidad, ni siquiera sabía de la existencia de este.

"Eso es porque mi familia se queda a dormir y ocuparán mi habitación. En realidad no estaba en mis planes dormir allí" sonrió tímidamente.

"Bueno... supongo que tu madre juega a nuestro favor" me acerque para darle un suave beso en los labios, no habíamos tenido la oportunidad de hacerlo y se sentía demasiado bien volver a estar con ella.

Después de preparar una pequeña mochila con ropa fuimos caminando al departamento que estaba ubicado exactamente al lado de su casa.

Nos dirigimos a la habitación y me sorprendió encontrar una cama de dos plazas; Todo se veía demasiado acogedor.

"¿Vemos una película aquí?" preguntó la chica de ojos chocolate y asentí levemente.

Después de ponernos el pijama y acomodarnos en la cama comenzamos a ver una película de terror, elección de Camila por supuesto, yo las odiaba.

Estábamos prácticamente pegadas la una a la otra, nuestras manos entrelazadas y mis dedos acariciando los suyos con suavidad; Me producía una sensación que no podía describir.

Los ojos marrones se levantaron para mirarme con ternura y en ese momento sentí que iba a darme un ataque al corazón por su proximidad.

Instintivamente pase la lengua por mis labios resecos y vi por primera vez miedo en sus ojos, pero no podía entender porque. Tal vez estaba asustada de lo que posiblemente podía hacer esta noche, pero de ninguna manera iba a hacer algo que la incomodara. Jamás.

Poco a poco comenzó a inclinarse y decidí darle un suave beso en los labios en lugar de atacarla en la cama como posiblemente hubiese hecho en otro momento. Pude darme cuenta de lo mucho que me importaba la chica menor ya que pensaba más en ella que en mí y eso definitivamente era un indicio de cuanto la quería.