Cris
Encima de la cama había un pequeña caja, pegada a la tapa había un globo tendido en el aire en el cual ponía: Te quiero idiota.
¡Dios! No puede ser.
Abrí la caja,con las manos tembloras y un sudor frío se apodero de mi cuerpo, no sabía si quería abrirla o salir corriendo. Y ahí estaba yo en medio de la habitación sin saber que hacer. Me senté en la cama, me tranquilizé, respire profundamente y agarré con fuerza la tapa de la caja y la levante enérgicamente ,sin saber lo que me esperaba...