Jacob
Enfrente de mí, se encontraba un hombre alto, muy arreglado, con apariencia de hombre responsable y trabajador, llevaba puesto una corbata y un traje.
¡Como había cambiado mi padre!
Aquel hombre que siempre solía ir en chándal, con una pintas horrorosas y siempre oliendo a alcóhol ahora estaba enfrente mía pareciéndose por completo a otro.
No me salían las palabras...
-Pasa hijo,no te quedes en la puerta.
No me salía llamarle papá..
Entré en aquella casa con algún que otro miedo y dejé las maletas en la entrada.
-Oh no por favor hijo, suelta las maletas y déjaselas a Carol.
Carol, ha venido Jacob, ¿podría subirle las maletas por favor?- Dijo él a grito pelado.
A los segundos, apareció en el recibidor una hermosa chiquilla, alta, rubia, de ojos azules.
Se inclinó para coger mis maletas.
+Puedo subirlas yo, no hace falta pero muchísimas gracias- Dije yo.
-Insisto, es mi deber.
Las cogió enseguida y me acompañó hasta mi cuarto.
Mi habitación era enorme, posiblemente la más grande de la casa, y tenía de todo.
A la derecha nada más entrar había un gran escritorio lleno de bolígrafos, hojas en blanco... Al fondo se encontraba la cama, con una pequella mesilla al lado,un gran armario también y un baño para mi solo, me gustaba bastante.
- Se las dejo aquí.
+Oh vale, muchas gracias Carol.
Salió de la habitación enseguida.
Dejé las maletas al lado de la cama y comenzé a deshacerlas y a guardar las cosas en el armario mientras seguía cotilleando todo.
Una vez colocado todo, bajé al salón. Allí se encontraba mi padre sentado en el sofá leyendo el periódico.
-¡Hombre hijo! ¿Te has instalado ya?- dijo levantando la cabeza para mirarme.
+Emm... si.
-Bien, ¿te gusta tu habitación?
+Oh si, es realmente bonita.
-Me alegro entonces...
Quiero hablar contigo, toma siento si quieres.
+Está bien,¿qué pasa?
Dejó el periódico a un lado y se aclaró la garganta.
-Yo sé que no he sido un buen padre, que me he desentendido completamente de ti y de tu madre pero, he cambiado hijo y necesito que me des otra oportunidad, necesito que volvamos a tener la misma comunicación que teníamos cuando eras pequeño.-dijo algo nervioso.
Y ahora ¿por qué me viene con esta milonga?
+Si estoy aquí es por que mamá no se acuerda de mi, los tíos me toman por muerto al igual que los abuelos y no tengo a donde ir, no te mereces ni una puta oportunidad, jamás perdonaré lo que nos hicistes. Ni siquiera me sale llamarte papá, solo estoy aquí por mamá que te quede claro. Además no te has preocupado en llamarme nunca y preguntarme como estaba ella.+dije a gritando como una furia.
Clavó sus ojos en los míos mientras tragaba saliva.
-Solo quiero que lo pienses, ya que por lo menos vamos a vivir juntos, ¿vale?
+No tengo que pensar nada.
Me subí a mi cuarto por que no quería seguir allí delante de el. Me daban ganas de decirle de todo menos bonito pero tenía que aguantar por mi madre.
