<<Tiempo atrás>>
Desde lejos la observé: llevaba un vestido corto color negro, tacones del mismo, y su cabello suelto mantenía una forma ondulada. Me encontraba en la barra de bebidas mientras ella bailaba por toda la pista. La vi intercambiar unas cuantas palabras con su amiga antes de escabullirse entre la gente. Suspiré y supe que era momento de ponerme de pie y seguirla. La busqué entre la multitud hasta llegar a los jardines traseros de aquella mansión. Ella se sentó en una banca, que se encontraba debajo de un árbol frondoso, y yo permanecí oculto entre algunos árboles y la oscuridad.
Un chico de estatura media tomó asiento junto a ella y comenzaron a platicar . Traté de analizar cada movimiento de parte de los dos para poder encontrar una posible conexión entre ellos, pero la falta de luz, y la distancia que nos separaba, me hacía todo más complicado. Justo cuando iba a acercarme un poco, sentí mi teléfono vibrar por debajo de mis pantalones.
Maldije por lo bajo al ver que era el señor Millman. Permanecí en silencio por varios segundos antes de contestar.
—¿Qué es lo que quieres? —inquirí bruscamente— Estoy en medio de algo importante.
—Demonios, Bieber. No hay un solo día que me recibas con gusto. —Su voz grave y ronca se escuchó detrás del teléfono.
Las llamadas de Millman nunca solían ser buenas, siempre había algún motivo malintencionado. Por lo general, mis compañeros y yo eramos los encargados de la parte sucia del trabajo. No es algo que disfrutara hacer, sin embargo, era obligado a seguir sus indicaciones al pie de la letra. Millman es peligroso, y con un solo chasquido de dedos podía destruirme.
—No te lo tomes personal, tus llamadas nunca son prudentes. —Miré a la castaña que seguía con aquel chico. Él le entregó lo que parecía un sobre, y por la manera en la que ella reaccionó, supuse que estaba desconcertada.
Al otro lado, la voz de Millman se volvió a escuchar. Cerré los ojos y me preparé mentalmente para escuchar sus órdenes, porque estaba seguro de que aquella llamada tenía un propósito.
—Necesito que me tengas nueva información de nuestra chica. Y esta vez —hizo una pausa—, quiero que la información sea útil. No podemos darnos el lujo de perder el tiempo.
—¿Nueva información? La he estado observando y no creo que nos sea de mucha utilidad. Todo lo que hay que saber de ella es que tiene casi tiene veinte años, va en la mejor universidad de la ciudad y su círculo social está formado por personas de su mismo nivel. Sin ofender, pero creo que estamos perdiendo tiempo en ella. Es una simple jóven con dinero y nada más.
Y era verdad. Estaba seguro que aquella chica lo único que nos traería serían problemas.
—Te equivocas, Bieber. Su papá es de los mejores inversionistas que Charlotte tiene. Estoy seguro de que Brooke Daniels es la clave a todo.
—¿Quieres que siga con la investigación?
—Necesito más que eso, necesito que te involucres en su vida. Quiero cada detalle, desde como está vinculada a la empresa de sus padres hasta su relación con ellos. Todo es importante.
A pesar de que no me sorprendía su actitud, no pude evitar sentir rabia. Así es Millman, no le importan las cláusulas de un contrato, ni las personas que salgan perjudicadas. Al final del día, si él consigue lo que quiere, todo está bien.
—Esto no estaba en los planes —protesté—. Mi trabajo era seguirla por unos días.
—En efecto, Bieber, más tu trabajo no ha servido de mucho. Si lo dejas así, no tendrás tu recompensa.
—No me importa el dinero, y lo sabes.—Tomé el puente de mi nariz mientras cerraba los ojos intentando calmarme.
—Claro que estoy consciente de ello, pero a tu mamá no le caería nada bien saber en lo que su hijo está metido. Si se entera podría afectar a su débil corazón, y no queremos eso, ¿verdad?
Sentí mi sangre hervir. Odiaba que me dieran órdenes, y más que metieran a mi madre en mis asuntos. Me mantuve serio por unos segundos antes de contestar:
—Tú ganas Millman —dije con desprecio—. Pero después de que consigas lo que quieres, no vuelves a contar conmigo.
—Solo si lo consigo.
Colgué el teléfono y comencé a analizar todo lo que acababa de suceder. Tenía que encontrar una manera de acercarme a esa chica y tenía que actuar rápido. Si todo salía como lo planeaba, en dos meses entregaría mi último reporte sobre ella, y me olvidaría del idiota de mi jefe por un tiempo.
Dirigí mi atención a la castaña que no estaba más acompañada, en cambio, se encontraba observando lo que sea que contuviera aquel sobre. Cambiaba de hoja y regresaba a la misma de manera desesperada. Lo metió en su bolso de mano y se encaminó hacia la fiesta. La seguí siendo lo más discreto posible y nos adentramos al cuarto principal, donde la gran mayoría de gente estaba reunida.
Miré el móvil, que marcaba que eran las once con cincuenta y siete; faltaba solo minutos para que comenzara un nuevo año.
Volví la mirada hacia Brooke, parecía perdida, se encontraba a unas cuantas personas de mí. La oscuridad invadió el lugar y la gente empezó con la cuenta regresiva.
Unos segundos después, las luces se prendieron y la vi sola en medio de la multitud. El sobre resaltaba de su pequeño bolso de mano. Si era lo suficiente listo como para acercarme a ella, y tomar aquel papel sin que se diera cuenta, podría averiguar de una vez por todas en que estaba metida. Era mi oportunidad y no iba a desperdiciarla.
YOU ARE READING
Antes de perderte
Teen FictionPorque llegue a tu vida con un solo propósito: usarte. Enamorarme de ti nunca estuvo en los planes, pero dime ¿quién en su sano juicio se puede resistir a tus encantos? Si perderte fue el precio de mis errores, jamás me hubiera acercado a ti de esa...