Era extraño, había ido a visitar a mi abuela, pero eras tú con quien más tiempo pasaba.
Aquel era un muy bonito pueblo, con casas pequeñas, flores y árboles por doquier, tardes soleadas y cálidas, y sobre todo un ambiente hogareño.
De verdad que me gustaba ese lugar, por eso me sorprendí cuando dijiste que lo que más querías era salir de ahí.
Salíamos juntos muy seguido. Nos veíamos mucho y nuestra amistad fue haciéndose más fuerte al pasar los días.
Dentro de poco tiempo, existía la confianza para contarnos cosas personales.
Me hablaste de tus sueños, de tu pasado, y de lo que querías hacer en el futuro.
Tenías unos padres maravillosos, que te querían muchísimo, aunque convivías más con tus tíos y primos.
Tenías muchos sueños, querías salir de ese viejo pueblo e ir no solo a las grandes ciudades, sino a diferentes lugares en todo el mundo. Querías viajar a muchísimos sitios, e ir acompañado de la chica que amaras.
Te imaginabas con una familia, viviendo bien y felices. Querías ser amado y amar de verdad. Para completar todo, unos pequeños niños no quedaban fuera de tus planes. Dijiste que 2 estaban bien. Pero que no importaba cuántos fueran si tu esposa y tu eran felices.
De cierto modo me gustaba cómo pensabas. Te conté mis sueños y concordaste conmigo con respecto a que todo lo que tenías en mente se acercaba mucho a lo que yo esperaba hacer en mi vida.
Y, por un momento, me imaginé siendo esa persona que te acompañara en los viajes y fuera tu esposa. Luego me sentí un poco rara al imaginar tal cosa así que lo olvidé.
No era nada más que tu amiga, ¿para qué pensar en un futuro juntos?
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Nothing Lasts Forever
Short StoryNos conocimos un verano, y es uno que nunca olvidaré. Vivimos muchas cosas buenas juntos, pero ¿iba eso a durar por siempre? Yo solo esperaba que sí.