Agradeces demasiado

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Narra Kenya

Me quedé sin gasolina a unos kilómetros de Atlanta, donde sólo hay carretera y bosque al rededor, tomé mis cosas y continué mi camino caminando por la carretera.

Hacía un calor muy intenso, yo sólo sudaba y caminaba con algo de dificultad, así que me hice una coleta, para no sentirme tan acalorada. A lo lejos pude observar una camioneta, me puse en la orilla de la carretera y comencé a mover mi mano para ver si me podían llevar a alguna parte que me hiciera encontrar a mi hermano, sé que no se debe de confiar en nadie, y menos en ésta situación, pero ¿qué mas da? Probablemente me vaya peor caminando por aquí, sola, y con la posibilidad de que una horda de zombies aparezca y me ataque.

El vehículo se detuvo justo a lado de mi, eran dos sujetos, bien armados, apróximadamente de unos veinticuatro años, me miraron de arriba a abajo.

-Hola, lindura ¿Qué haces sola en la carretera?- el copiloto dijo mientras abría la puerta de la camioneta

-Nada que les interese- dije con indiferencia al ver que clase de personas eran

-oh, claro que nos interesas

En realidad tenía bastante miedo de lo que me pudieran hacer, por que estaban mejor armados que yo y eran dos.
Se acercaron lentamente, y de repente pude ver un tipo con cabellera larga y rizada, un paliacate en la cabeza y un machete, que llegó por atrás de los sujetos y les cortó la cabeza sin piedad, para que después su caballo relinchara.

Me quedé paralizada un momento, por lo que acababa de ver. ¿Cómo pudo matarlos con esa presición?

-Hola- dijo aún montado en su caballo

-¿Hola?- respondí

-¿Vas con nosotros?

-Apenas te conozco, y acabas de matar a dos hombres

-Esos dos hombres te querían hacer daño, si fuera tu, confiaría en mi salvador

-Y agradezco eso, pero cuesta trabajo confiar en alguien a quien acabas de conocer

-¿Si o no?

-Si- rodé los ojos

Extendió su mano para subirme al caballo y nos adentramos en el bosque.

Sé que es muy estúpido confiar en alguien de esa forma, pero me acaba de salvar, además no tengo a donde ir.
Después de un no tan corto camino llegamos a una cabaña, con un granero muy pequeño a un costado, me ayudó a bajar del caballo, metió al animal al granero y entramos la la casa.

-Bueno, éste es mi hogar- dijo al abrir la puerta

Era una cabaña muy linda, limpia y bien decorada, había tres perros pequeños y un gato naranja.

-Es muy acogedor- dije mirando cada rincón de la sala

-Gracias

-¿Me darás hospedaje?

-Sólo si me aceptas una taza de té, me dices tu nombre y me cuentas la razón por la que una chica tan linda estaba sola por la carretera

-Claro- sonreí -Mi nombre es Kenya, Kenya Dixon, ¿tu cómo te llamas?

-Víctor Young, pero puedes decirme Vick

Me senté en el comedor y Vick me sirvió una taza de té, hizo lo mismo con otra taza y también se sentó en el comedor. Comencé a explicarle todo, incluyendo la muerte de mi padre.

-Lo siento mucho por tu padre

-No te preocupes, ¿ahora tu me puedes decir tu historia?

-En realidad, no hay mucho que contar, vivía solo con mi prometida, Evelin. Teníamos una linda casa y muchos animales, pero cuando comenzó todo, ella fue mordida y no pude hacer nada al respecto, el único recuerdo que tengo de ella es una foto que nos tomamos semanas antes de que el virus se propagara y mis mascotas, especialmente el gato naranja, ya que ella lo adoraba

-Que triste, y también lo siento

-A veces la extraño tanto...- suspiró

-¿Puedo ver la foto?

-Sí, está a un lado de ese mueble, en el marco negro

Me levanté a observar la foto, Evelin era una chica de baja estatura, su cabello era entre castaño y rubio, bastante delgada y unos grandes ojos, a mi parecer era muy linda.

-Era muy bonita- dije al volver al comedor

-Lo sé

-Cambiando de tema, ¿por qué me salvaste?

-Toda mi vida he respetado a las mujeres, y el "fin del mundo" no me iba a hacer cambiar mis modos de actuar con las personas, y como no los vi con buenas intenciones, quise ayudarte

-Gracias, de verdad

-No agradezcas

Al terminar nuestro té nos levantamos del comedor, Vick se fue a lavar las tazas y yo estaba viendo a los perros, eran muy tiernos.

-Ya oscureció, arriba a la izquierda hay una habitación en la que te puedes quedar

-Gracias

-Agradeces demasiado- rió

Tomé mi mochila y subí a la habitación que Vick me había indicado, sin pensarlo más me acosté en la cama y me quedé profundamente dormida.



La Hermana De Daryl Dixon| The Walking DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora