Explicar lo que sentía por Jung Kook era algo inexplicable, era algo que no era fácil de decir. Se me atoraba la lengua y no podía pensar con claridad cuando trataba de hallar una respuesta a lo que siento por él. ¿Cómo sucedió esto?, fácil, él simplemente sabe como hacer sentir especial a una chica.
La noche de ayer la pasamos increíble, compartimos besos y vimos una película de comedia. Fue totalmente gracioso y adorable al estar con él, él fue malditamente adorable. Estuvimos en su departamento, y él nunca llevó las cosas más allá. Y me alegraba que fuera lento como yo le dije. Sabía su experiencia y estoy consciente de que él sabía mi inexperiencia.
- ¿La pasaste bien anoche? -Amanda me miraba con una sonrisa pícara. Sonreí y asentí suavemente, mientras comía un poco de arroz de la cafetería.
- Sí, lo hice -dije después de tragar y sonreirle.
- ¿Estás muy enganchada verdad? -dijo ella dejando de sonreír. La miré frunciendo el ceño.
- Me tiene en la nubes, ¿qué quieres que te diga? -me encogí de hombros. Su mirada seria me inquietaba. Amanda siempre me inquietaba cuando estaba seria.
- Yo sólo... no quiero que te haga daño -al parecer Amanda y yo compartíamos el mismo sentimiento de inquietud. Suspiré.
- No voy a mentir. También tengo miedo, pero, confiaré en él. En el amor siempre se sufre, se cela y se ama. Esas son las palabras de mi mamá, Amanda, no por miedo, dejaré de vivir.Ella asintió, sorprendida por mis palabras. Sabía que la había sorprendido en el momento cuando abrió sus ojos como platos. Suspiré y le sonreír. Miré hacia la mesa que ahora ocupaba Vanessa, arrugué el ceño. No podía creer que ella nos tratara así, ahora.
- Vamos, nos toca Deporte -suspiré pesadamente mientras caminaba directamente hacia el camarín para ponerme mis shorts y remera.
Hacía un calor infernal.
Dejé mis cosas guardadas en mi casillero y salimos con Amanda para encontrarnos con la profesora Kristen, ella nos sonrió a todos y partió con la clase haciendo que todos corriéramos diez vuelta alrededor de la cancha. Bueno, la cancha era gigante. Realmente ella quería matarme de calor y asfixiarme. Bufé.
- ¿Por qué nos hace correr tanto?, ¡maldición!, siento que mi cabeza se está quemando -dijo Amanda mientras paraba y acariciaba su cabeza. Reí entrecortadamente, necesitaba agua. Ahora.
- Ella piensa que estamos gordas -me encogí de hombros riendo al ver la expresión de mi mejor amiga.
- ¿Gorda?, ¿yo? -Dijo, se volteó hacia la profesora y chilló- ¡Ya quisieras tener estás curvas! -dijo. Reí mientras negaba con la cabeza. Amanda no era gorda, para nada, pero tenía unas curvas que todo hombre moría.
- Sólo estaba bromeando, venga ya, a correr -dije y comencé a correr.La profesora tenía su buen cuerpo, piernas largas, era rubia y de ojos asiaticos, su figura era igual a la de una modelo. Flaca y falta de grasa. Pero era hermosa. Y eso era lo que atraía a los chicos de mi clase. Su hermosura y su carácter tan juvenil.
Me giré para ver la profesora y ella estaba corriendo junto a las demás, creo que es la primera vez que veo una profesora correr con los alumnos. Sonreí, era muy simpática y muy buena onda. Bueno, sólo nos separaba 4 años de edad. Es normal que tenga un aire tan juvenil. Además era hermosa. Me preguntaba si tenía novio o si era casada.
- ¡Suficiente! -dijo después de hacer sonar su pito. Todos paramos y fuimos a donde ella estaba, en el centro de la cancha. Tomamos respiraciones y comenzamos a seguirla para las elongaciones.
- Odio deportes -dije mientras salía de la ducha y me envolvía en una toalla, las demás chicas estaban ahí, también vistiéndose. Suspiré, estaba con un bikini, pero aún así no me gustaba mostrarme.
- Ni que lo digas -una chica, bajita y rubia, con ojos azules y con anteojos, me respondió también saliendo de la ducha. Reí, ella era Ashley McCann. Una chica increíble y muy inteligente.
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OMEGLE | Jeon Jungkook
RomanceEs una página para hablar con el mundo de lo desconocido, donde todos a veces desean tener un juego sexual, o donde realmente quieres conocer a personas que sienten o piensan igual que tú. Sólo fue por diversión que entré ahí, y... terminé magicame...