II

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-Si bueno la mansión ¿entras?

-Sí, ya entro -dije admirando la hermosa mansión que se encontraba frente a mis ojos, una reja negra da paso a la inmensa mansión del señor Matthews, apenas entrar al lugar me fijé en la fuente con escaleras a sus costados, ambas daban paso a la puerta principal que es de madera oscura con ventanales en la parte superior y a sus lados, la mansión es de color café envejecido con pilares en beige y escaleras en blanco, es hermosa, al entrar me fijé en que el salón no era como lo esperé, era mucho más grande

- ¿qué pasa? -pregunto mamá al ver la que supuse era mi cara de horror

-Es más grande de lo que imaginé -la miré con ojos de cachorro herido

-Aunque llores lo harás, ¿recuerdas? Yo gané la apuesta así que te toca limpiar el salón -maldita apuesta, nunca más apostaré ni con mi madre ni con nadie

Flash back
-Ella es la asesina -dije viendo la película
-Es él -dijo mi mamá -Todo apuna a que es él
-¿Quieres apostar? -La reté con la mirada -Lo que sea -dije una vez me miró
-Si es él me ayudarás a limpiar la casa del Sr. Matthews durante TODAS tus vacaciones, pero si es ella podrás hacer lo que quieras durante estas -dijo muy segura de sí misma

Fin flash back

Si... realmente no la ayudaría porque soy la mejor hija del universo, si lo soy, pero tampoco esperen tanto de mi eh.

-Eso es trampa porque ella fue la que planeó todo y ante la ley es culpable -dije intentando defenderme

-Claro que no, porque él mató a la señora, ella lo organizó, él fue el actor del homicidio

-Ella fue la actora intelectual madre

-No debí enseñarte a hablar español, lo destrozas por completo

- La mejor de mi clase Margarita, pero bueno, esta vez ganas, pero solo esta ¿ya? -ambas reímos y me guío a la cocina que era tres veces más grande que la nuestra, con una refrigeradora en la cual entrarían unos cuatro kilos de helado y sobraría espacio para las compras del mes, una cocina de inducción de seis hornillas con un horno para un mega pastel, había microondas, tostadora, waflera*, licuadora, batidora, de todo, era una mega cocina, tenía una barra para desayunar y frente a esta un hermoso sofá, la cocina estaba decorada en blanco y verde oliva, había una puerta que daba a lo que supuse sería algún patio y sigilosamente (tropezando con el mesón) me escabullí al patio trasero y vaya que era hermoso, hermoso y sencillo, no era ostentoso como los típicos patios de ricos con jacuzzi, alberca, cancha de tenis y hasta de golf, no, habían varios árboles y un camino hecho de césped rodeado de flores blancas, azules, rosadas, amarillas, era como lo dije antes hermoso con todas y cada una de sus letras, me entretuve entre veinte y treinta minutos, a lo lejos pude ver unos banquillos, me iba a acercar pero escuche a mamá llamarme así que decidí regresar por donde vine y esta vez, sin tropezar.

***

POV Alexander

Me levante temprano como siempre y fui a correr a el hermoso lugar que tengo por jardín, me encantaba este lugar aquí me sentía libre, aún recordaba por qué lo había hecho de esta forma y aún sentía melancolía al recordarlo, después de correr por una hora mi teléfono empezó a sonar y me detuve en uno de los banquillos que mande a poner

-Aquí Matthews -dije un poco agitado por el haber corrido

-¡¡Hermanito!! -gritó Andrea, mi hermana mayor, tiene treinta y es como una muchacha de veinte

-Andrea, deberías dejar de gritar así uno de estos días me dejaras sordo -dije suspirando

-Ya, no te quejes -refunfuño, ya podía imaginarme su puchero al otro lado del teléfono

Más que a nada en el mundo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora