IV

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Mamá se había llevado a Mapau hace diez minutos y yo me encontraba en el salón esperándolas cuando recibí un mensaje de Jimmy un chico con el que trabaja en el hospital, lo conocí en mi primer día de trabajo, ese día me pasó de todo, empezando por mis múltiples caídas en la mañana, seguido por el hecho de que llovía, yo estaba empapada y para colmo llegaba tarde a trabajar, el Dr. Collins me dio trabajo por mi mamá y yo no iba a abusar de su generosidad, Jimmy es un chico muy lindo, alto, un metro setenta y dos, tez bronceada, cabello entre castaño oscuro y claro, unos bonitos ojos verdes y un cuerpo trabajado ya que por lo que se va a el gym, nos llevamos muy bien y por lo que me dijo Vanessa (la única amiga que hice en la universidad en E.E.U.U) le gusto, según ella por cómo me trata y por lo que me dice muere por mí, y la verdad es que a mi si me atrae, es un chico súper lindo y atento pero yo, yo no puedo olvidar mi pasado.

Estaba mensajeando con Jimmy cuando escuché a alguien toser

*cof cof -tosió el Sr. Matthews

-Señor ¿Se encuentra bien? -pregunté una vez dejó de toser, el asintió y proseguí con lo que sus ojos preguntaron -mi madre bajara en un momento fue a cambiar a Mapau

-No hay problema - sonrió y yo miré mi celular ya que había llegado un mensaje

°pelirroja, saldré con mi madre a comprar un par de cosas para la cena, empezó con su cantaleta de "no haces nada en la casa, por lo menos acompáñame a comprar" te escribo luego, tal vez en la noche, ya que si salimos demoraremos, ya sabes cómo son las madres xD extráñame y piénsame jajaja nos vemos luego preciosa. Castaño

°nos vemos castaño cuídate y no hagas enojar a tu madre. Pelirroja

Teníamos la costumbre de en vez de llamarnos por nuestros nombres, nos llamábamos por el color de nuestro cabello, era algo que se inventó ya que una noche me llamo y en respuesta voltearon a verle muchas mujeres que estaban en el hospital, levante la mirada y el Sr. Matthews me miraba intrigado

- ¿Qué?, ¿Tengo algo en la cara? -pregunte limpiándome con la manga de la camisa

-No, una pregunta... -antes de que me preguntara lo que supuse sería el porqué de mis gafas dentro de la casa o la notable diferencia entre mi madre y yo Mapau corrió a sus brazos

-Tío, tío, mira el vestido que me regaló mi mami -llevaba un bonito vestido floreado con volantes y un lacito amarillo pastel en su cabeza

-Estas hermosa -dijimos al mismo tiempo y reímos

-No entiendo porque tu madre te compra cosas tan cortas -refunfuñó el Sr. Matthews

-Hay mi niño digas lo que le digas lo hará -dijo mi madre suspirando -pero no te preocupes le puse unos shorts debajo del vestido

-Tienes razón y gracias -suspiró - ¿Nos vamos? -miró a mi madre

-Voy por mi bolso y la lista -respondió ella -Iremos en el auto del Sr. Matthews -me dijo mamá

- ¿Usted también va? -le pregunté cuando mi madre se fue a la cocina

-Así es -asintió -comprare un par de cosas -Mapau se guindó de su cuello como un pequeño monito

-Lista -Dijo mamá

El auto del Sr. Matthews era un Audi cuatro puertas color negro, un auto elegante pero potente, antes de irnos hablo con un hombre sobre no sé qué y emprendimos el viaje, tardaríamos siquiera cuarenta y cinco minutos sin tráfico, pero con este demoraríamos entre una hora y hora y media, suspiré y subí a la parte de atrás con Mapau.

***

POV Alexander

-Margo -dije deteniendo el auto debido al tráfico -Esta noche vendrán a cenar Andrea y Cristian

-Lo sé señor, la Sra. Andrea me envió un mensaje -dijo sonriéndome como siempre

-Margo, ¿harás pastel para la cena? -preguntó Mapau con evidente emoción

-Claro cariño, ¿o prefieres comer helado con galletas? -Margo siempre consiente a Mapau, ni siquiera Andrea la consiente tanto, arranqué el auto ya que los autos empezaban a andar, no llevábamos ni diez minutos fuera de casa y ya quería regresar, la verdad es que solo había venido para estar un poco más de tiempo con Alexandra, su nombre era igual al mío y eso me saco una risa, vi por el retrovisor y creo que ella me miraba, detuve el auto en una luz roja y la miré por el retrovisor, no podía apartar mi vista, sentía que la miraba directo a los ojos a pesar de que llevaba puestas gafas oscuras, y sentía que ella miraba mis ojos fijamente, desperté de la extraña conexión que sentí en ese momento debido al claxon de un auto de atrás

- ¡Imbécil! -gritó el del auto de atrás una vez me rebasó, respire profundo y use en marcha el auto

***

POV Alexandra

Mi mamá hablaba con Mapau sobre si comerían pastel o helado después de la cena, miré hacia el frente y vi los ojos del Señor Matthews, por el retrovisor lo vi detalladamente, un hombre alto, apuesto, cabello castaño oscuro y ojos de un azul brillante, no podía apartar mi vista de la de él, sentía como si pudiera ver a través de mí, el auto de atrás empezó a pitar y alejé mi mirada de la de él, el otro conductor le gritó imbécil y el arrancó el auto, mi madre me miró subiendo y bajando sus cejas y voltee la mirada, no podía creer que ya esté con lo mismo, desde que eso pasó anda buscándome algún pretendiente, en vez de buscarse uno ella.

Llegamos al Supermercado después de una hora y mamá dividió la lista de compras

-Yo compro las carnes, embutidos y el queso, ustedes compren el resto de las cosas -dijo mamá con una mirada cómplice

-Quiero helado de chocolate -dijo Mapau subiendo por la pierna de su tío como un koala

-Bien, nosotros vamos por el helado, cuando tengas la lista empezamos -dijo llevándola unos pasos más allá por el helado

- ¿Por qué no voy contigo? -le pregunte ni bien se alejaron

-Porque soy tu madre y haces lo que yo te digo -me saco la lengua, yo abrí y cerré la boca varias veces

-Pareces una niñita -le reclamé -Para mí que tú y el carnicero tienen algo

-Cállate ve -me alejé de ella sacándole la lengua

- ¡Mira! -gritó Mapau una vez me acerque a ellos -Helado de fresa, chocolate y vainilla para esta noche -estaba tan contenta que irradiaba felicidad

-Bien, vamos por las compras antes de que mi mamá nos regañe -tomé el carrito y le di la lista al Sr. Matthews.
Treinta minutos después estábamos por terminar

-Nos falta el ca... cua... cual... -intentaba leer lo que mi madre había escrito -no entiendo -me tendió la nota y leí

-Café -me reí

-Ahí no dice Café -se río y fui por el café que estaba en la estantería de más adelante, una vez lo tomé, regresé junto a ellos y...

-Guau, miren a quien tenemos aquí -esa voz la reconocía, como olvidarla, veintitrés años rubia con los ojos azules acompañada por dos copias de ella -la huerfanita -dijo la mujer que destruyó mi familia

Más que a nada en el mundo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora