Ranger War

Capítulo 3: Aliados de la muerte.

Capítulo 3: Aliados de la muerte.

Los asesinos son los aliados de la muerte.

—Hayley, despierta, —abrí los ojos lentamente­ al tiempo en el que de mi boca se escapaba un largo bostezo— despierta estamos llegando.

Dimitri me dedicó una sonrisa reconfortante antes de alejarse de mi asiento. Estiré mis piernas al tiempo en el que me recargaba en el panel de plástico de la ventana, el avión estaba haciendo su descenso.

Era de noche, la grande luna brillaba, el cielo estaba despejado y las luces de la ciudad me llamaban. A lo lejos pude observar algo llamativo, era una estructura alta, una torre brillante que reconocí rápidamente. La Torre Eiffel, ¿sería posible que estuviéramos en París?

Cuando el avión aterrizó, todos a mí alrededor comenzaron a tomar sus cosas para prepararse al desembarque, yo no tenía ni la menor idea de que debía hacer. Maldiciendo silenciosamente a todos, que de modo casual arrastraban sus pies frente a mí, me puse de puntillas y con la mirada traté de buscar a Dimitri, no estaba.

—¿No piensas bajar? —Su cálida voz entró a mis oídos como una ráfaga de viento en verano. Levanté la vista sólo para encontrarme con sus oscuros y profundos ojos cafés, era el competidor mexicano, Daniel Rodríguez. —Oh, lo siento, no me he presentado formalmente, soy...

—Sé quién eres —lo interrumpí—. Daniel Rodríguez, fuiste invicto por 3 años, tu abuelo de sangre ranger era el legendario Rodrigo Rodríguez.

Sonrió burlonamente. —Así que Jordan tenía razón, eres la chica que debe conocer todo para poder ganar.

—No me menciones a ese imbécil —supliqué—. ¿Sabes en dónde debemos reunirnos? Perdí a Dimitri de vista, y yo no tengo ni la menor idea de nada.

Asintió al tiempo en el que se formaba una sonrisa en su rostro. —De hecho, él fue quien me pidió hacerte plática, cree que debes hacer amigos.

—Dilo como es, te pidió una alianza, sólo dilo —bufé molesta al tiempo en el que tomaba mis pertenencias y lo seguía de cerca.

—De acuerdo, me pidió que te tratara, para que te convenciera de formar una alianza —volteó a verme para asegurarse que yo seguía detrás de él, delante nuestro bajaban algunos niños Ranger.

—Era de esperarse, le dije que no quería formar alianzas y lo primero que hace es decirte —me quejé colgándome en la espalda la mochila y tomándome del barandal, bajé del avión.

Cuando ambos estuvimos en tierra firme nos acoplamos al paso y seguimos a los niños Ranger que habían bajado delante de nosotros.

—Ese es tu problema, Hayley —lo miré directamente—. Te crees capaz de hacer todo por tu cuenta, cuando en realidad eres la más indefensa de todos los jugadores.

—¿Cómo te atreves a decir eso? ¡Soy la más apta para ganar, he sido invicta por 4 años, fui de las más jóvenes en entrar a las competencias, nunca he perdido, y mucho menos he tenido que formar estúpidas alianzas para ganar!

Unas carcajadas sonoras se escucharon justo detrás de nosotros. —Te lo dije, es una fiera, es indomable. —Era Jordan, quien se dirigió a Daniel al tiempo en el que nos pasaba. Lo fulminé con la mirada

Daniel me miró una última vez. —Tal vez Jordan tenga razón esta vez —dicho esto, me dejó para alcanzar a Jordan.

[...]