Recuerdos que atacan.

9 0 0
                                    

Cierto día estábamos en una conversación por teléfono, reíamos demasiado y de repente dice:

-Así como cuando Tomás...

Y se quedó en aquella frase incompleta. Creí que haber olvidado aquel nombre o siquiera haber olvidado los sentimientos que creaban ese nombre; la idea de esa persona rompió el hilo de la conversación y de ser divertida se tornó incomoda y ambos decidimos colgar, me quede un largo rato analizando exactamente qué es lo que pasaba, que había en ese nombre o en la idea de esa persona...

Di tantas vueltas al asunto, pero aun no sabía qué era eso que sentía, justo ahí en mi pecho, tal vez era el hecho de que André lo menciono o el simple hecho de recordarlo lo que hizo que un mar de recuerdos me inundara. Después de analizarlo, decidí buscar el número del cual una vez me llamo, y efectivamente mi registro de llamadas terminaba ahí en ese número; que ni siquiera tenía registrado, lo dudé, dudé el hecho de si era bueno llamar o no, dudé también el hecho de volver a escuchar esa voz, pero simplemente el que no arriesga no gana y posiblemente si llamaba algo se aclararía y volvería todo a la normalidad; entonces después de analizar, llamé, sonó exactamente 3 veces y alguien al otro lado de la pantalla contesto:

-Hola- dijo algo dudoso

-Hola, hay alguien ahí?-Repitió

Al final de eso colgó, no dije nada, no fui capaz de contestar, que pasaba conmigo, había tenido la maldita oportunidad y no la aproveche. No fue eso lo que más me afecto, fue el hecho de que estaba bien, sonaba bien, porque no me había llamado?, ya no quería saber de mí?, Trataba de olvidarme? O realmente nunca fui importante, todas estas preguntas gritaban en mi cabeza; si tenía mi número porque no me llamo, una estúpida voz me lo decía a cada segundo trate de ignorarla pero era imposible porque tenía razón ¿por qué no me había llamado?...
Me quedé dormida y hasta ese momento pude ignorar esa voz. Al día siguiente desperté y había un mensaje de texto de André pidiéndome perdón por lo que había pasado anoche... pero que había pasado? No lo recordaba es como si mi subconsciente lo hubiera borrado todo... Pero poco a poco las piezas volvieron a encajar y recordé absolutamente todo, arregle las cosas con André y luche con todas mi fuerzas olvidar el número de esa persona, pero aun había algo, era como una intuición, no sé exactamente de qué y estaba segura de que no quería averiguarlo, si tenía que ver conmigo llegaría pronto y si no también se iría pronto. La verdad pase un par de días con esa incertidumbre de que algo pasaría o que me llamaría o algo parecido a eso pero como no pasó nada al poco tiempo lo olvide.
No decidí olvidarlo por completo, solo deje de pensarlo con frecuencia, lo sustituí por programas de televisión basura, libros de 400 hojas, café y uno que otro chocolate. Hasta que llego André a cambiarme el panorama. Los recuerdos se van si los enfrentas, lo aprendí de alguien muy inteligente y afronte la ausencia de Tomas y de a poco me acostumbre a que el no estuviera... de nuevo.

André y yo llegamos a los 5 maravillosos meses y ambos éramos completamente felices; como en todo había peleas y todo se reducía a ese momento en donde sentía que mi mundo se acababa pero un abrazo cálido y un perdón lo reconstruía todo. Tenía miedo de perder a mi verdadero amor por estúpida, entonces di lo mejor de mí, en cada momento y todos los segundos.

Todo iba perfectamente bien, pero la historia cambia drásticamente, justo en mis mejores meses se me vuelve a cruzar, tal vez todo el universo conspiro para que eso pasará. Tome un camión para ir al centro a caminar un rato, casual, entonces a medio camino de la ruta nos detuvimos en una avenida, y voltee hacia mi ventana y justo caminando por la acera de enfrente iba Tomás tomado de la mano de una chica, era realmente bonita, ojos claros, piel blanca y cabello castaño, no podía creerlo, estaba confundida y bastante desconcertada no sé si por haberlo visto o por el hecho de que iba de la mano de una chica, no pude bajar de aquel autobús, me hundí en el asiento, hasta que regresamos al lugar en donde lo tome, era tarde aun no entendía como el tiempo había volado literalmente sin darme cuenta; llegue a mi casa y ni siquiera me di el tiempo de comer o llamar a André para avisarle que había llegado, solo llegue y me tire a mi cama a deshacerme en llanto, mientras esa maldita imagen pasaba por mi mente como película, una desconocida tomaba su mano, yo moría por tomar esa mano, por sostenerla, me preocupo la idea de que aún lo quisiera, André no se merece eso, él me ha dado todo lo humanamente posible, me ha hecho feliz, para que llegue de nuevo Tomás y desordene de nuevo mi vida, es totalmente injusto, pero esa maldita imagen no se iba, tal vez tenía que pasar exactamente así para saber qué es lo que realmente quiero y aclarar mis ideas. Después de llorar, tome un libro creyendo que sería la solución y no lo fue; unas líneas y yo pensando en él, otras más y la desconocida chica, otras más y la forma en que tomaba su mano, no lograba concentrarme. Era una mierda.

Leí hasta que me quede dormida. Creí estar en un profundo sueño cuando algo me despertó de golpe era eso, lo había descubierto,era que lo vería, que al final volvería a estar en la historia, y no sería la última vez que lo vería yo estaba segura de eso. Posiblemente entraría y saldría de mi vida cada vez que lo quisiera porque lo suyo no es amor es turismo emocional, que se aprovecharía de cada oportunidad que tuviera para joderme de un forma tal vez indirecta e incluyendo a terceros pero lo haría. No sabía que hacer si aceptar esa idea o negarme por completo. Necesitaba hablar con André pero... ¿y si lo lastimaba? ¿Si lo malinterpretaba? ¿Que iba a hacer sin el? 



Miradas.Where stories live. Discover now