El verano acabó a pesar de su indeseado final, y las clases comenzaron. El agobio, las prisas y la repetición constante de una palabra: Selectividad. Ahora toda mi vida giraba en torno a ello, a sacar buenas notas para poder obtener una buena calificación para la carrera que estudiaría el año que viene. A esto hay que sumarle que, el chico anteriormente mencionado, había caído, desgraciadamente, en mi clase y se sentaba nada más que a 2 mesas de distancia. Para mi decepción, no estaba preparada aún para encontrarme con él, escuchar su voz me dolía, pero no podía hacer nada. No puedo mirarle a la cara, ya que veo su traición y lo tranquilo que está él me ennervia. Tiene novia, saben? Y eso que me decía que no estaba preparado para ello. Será c....
El instituto cada vez se me hace más largo, no me concentro al estudiar, simplemente pienso en leer y leer y más leer. Lo peor de esto es tener un hermano, el cual es considerado un genio y el mejor de todo en tu familia. No hay cosa peor que esa. Todo de él es considerado lo mejor en cuanto a muchos aspectos y claro, como somos totalmente diferentes, pues ya tengo que seguir su ejemplo, pero no en todo, eh? No vaya a ser que se me pegue su mal genio y adiós... Ya la hemos liado. Pues por si mis padres no lo saben, no es de los mejores ejemplos. A mi edad, se copiaba de una manera descarada en los examenes y se hacia chuletas a tutiplen. ¿En serio consideran eso un ejemplo?
Dejando todo eso de lado, estoy muy contenta en otros aspectos. Tengo unas amigas geniales, que están ahí para todo y que no decepcionan a nadie. Me costó encontrarlas, pero prometo no dejarlas escapar por nada del mundo, ya que mi vida volvería a ser un desastre. A ellas les debo todas las sonrisas que se dibujan en mi cara y el haber sido capaz de salir del pozo en el que ese estúpido me metió tras aquello. A ellas les debo ser capaz de levantarme todos los días. Todas y cada una de ellas es un ejemplo de superación, de valor para echarle dos ovarios a las cosas y enfrentarlas. Dos de ellas concretamente son un ejemplo de fuerza para poder seguir juntas digan lo que digan, sin importar lo que la gente opine y, las demás, estamos ahí para apoyarlas en este mundo en el que su relación aún se ve como un error o algo feo. Gracias chicas, por enseñarme todas esas cosas y muchas más. Vosotras si que sois un ejemplo. Os quiero.
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Querido diario
SonstigesAquí es donde me desahogaré con vosotros, mis lectores, siempre que pueda. Gracias por leerme.