Escribí otra historia después del punto y final. No la terminé, por supuesto. Qué esperábais. Mi vida se basa en frases cortas. Cuando termino de poner un punto y final ya me tengo que preparar para un punto y a parte.
Y quizá sea así, quizá esté destinada a no terminar nunca nada, a dejarlo a medias.
Más me vale acostumbrarme.