Ya no eres mi musa. Ya no me inspiras, no me haces sentir, no me llenas los huecos que otros me dejaron. Y has creado los tuyos propios.
Dejaste mi corazón en llamas y te largaste antes de apagar el fuego. Y ya no. Ya no me interesa que vuelvas, seguirá ardiendo, y yo con él. Y volveré a la vida sin ti, ya que yo he dejado de ser la tuya hace mucho tiempo.
He luchado y me he rendido. He llorado y me he secado las lágrimas. Y la llama que me dejaste no se irá y dejará marca, se volverá quemadura. O quien sabe si me consumo en ceniza.
Pero qué más da. No esperaré a que nadie me junte los rotos. No soy un puzzle y estoy completa, contigo o sin ti. No necesito a nadie que me cosa las heridas abiertas, he aprendido a hacerlo yo sola.
Y seguiré caminando aunque tú ya no estés. Porque me importante pero te fuiste así que... ¿te importaba yo a ti de verdad? La respuesta a esta pregunta me la pensaré mientras me tomo unas pipas en el parque.
Esperándote a ti, que no vas a volver. Y en compañía de alguien que no se irá de aquí.
