Beat ¿Lo escuchas? ©

Capítulo 1

Adam: "Quieres decir que ya no quieres nada conmigo"

Alex: "Lo siento, pero creo que nunca funcionó"

Adam: "Pero yo te amo"

Alex: "Adiós, Adam"

Relación numero doce y también un fracaso. Y esto fue muy diferente. Por mensaje, ¡Me cortó por mensaje! Bien hecho. Pensé. No hice nada malo. Fui romántico, bueno, cariñoso, confiable, fui... un buen novio.
Tal vez ese fue el problema.

Quisiera que solo una vez dejara de equivocarme. Esa es la idea. Si no me equivoco es la indicada. Tengo la desagradable manía de enamorarme fácilmente de la chica que tuvo muchos novios, se droga, solo quiere sexo, es poco sentimental, solo quiere "vivir, ser libre, no quiere una relación seria", la que no me quiere desde la primera cita. Siempre ellas. Nunca lo contrario.

Yo no tomo. Fumo, eso sí. Pero... Mi novia no debería hacer ambas cosas y más que yo. Bien, solo estoy nuevamente dolido por la ruptura.

Aun amo a Alexandra.

Quisiera que hubiera durado más. Éramos el uno para el otro.

Recuerdo lo que John me dijo una vez.

"Siempre habrá una mejor que la anterior"

Eso me calma y me da risa también.

Mi teléfono suena. Veo que es John.

– ¿Hola? ­– digo.
– Hermano, encontrarás alguien mejor.
– Apenas pasó. ¿Cómo supiste?
– Ustedes no se veían iguales desde hace unas semanas – entonces ya había antes un problema – Además, Alexandra público en Facebook "Si no lo hacía yo, no era ninguno. Soltera. O mejor te cambio" con un giño y su horrible ortografía.

Era de esperar que Alex hiciera todo eso.

Alexandra y Adam. Éramos todo. Pero creo que sólo fue... Nada.

– Ya no importa.
– Sé que la querías – dice penoso.
– Lo sé
– Adiós, tengo que ayudar a mi abuela con la computadora y bueno. Ya sabes cómo es – dice mientras ríe.
–Adiós.

Llega la noche con lentitud. Estoy triste. No tengo nada que hacer. Ella ya salió de mi vida. Yo de la suya.

– ¡Dios, quiero, quiero...! – grito

Suspiro y me doy cuenta de que no sé qué quiero.

Estoy furioso conmigo mismo, triste, feliz de algún modo, nervioso, y emocionado. Golpeo mi mano contra el muro de la furia que siento. Au.
Veo que mis nudillos, rojos, empiezan a sangrar. Me lavo las manos y me veo al espejo... Golpeo la pared de nuevo, pero esta vez con el lateral de mi puño. No quiero sangrar de nuevo.

Me tumbo en la cama e intento dormir.

Me voy quedando dormido,

Pensando en ella.