Capítulo 2

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Suena el despertador.

Solo hoy.

Daría lo que fuera por que el día acabe ya. Aunque apenas empieza. Doy mi último examen y me voy, vamos, Adam. Un último examen.

Me cambio los calzoncillos, tomo un par de calcetines, me pongo unos vaqueros negros, una camiseta blanca con cuello en V, mis Converse negros y peino mi cabello hacia a un lado.

Tomo con tranquilidad mi desayuno porque aún tengo dos horas para ir a la facultad. Me lavo los dientes y salgo del departamento.
Entro en el elevador y me encuentro con una chica un poco robusta que se ruboriza al verme. Noto que sus dientes empiezan a castañear.

– ¿Está todo bien? – le pregunto.

Ella asiente insegura.
Llego a la planta baja pero ella no sale. La miro preocupado. Tal vez va al subterráneo.

– Buenos días, Adam. – me saluda cordialmente la recepcionista, es mayor.
– Sara – asiento sonriendo.

Me adentro en la puerta giratoria y salgo. Cuando llego a la parada veo a una chica muy linda a mi lado. Parece no ser muy alta, ¿un metro sesenta y cinco? Tiene unos hermosos ojos cafés que se reflejan en su diminuto espejo con el que se ayuda a maquillar. Esos labios... Tan delgados como gruesos, en especial el inferior. Que hermoso cabello, lo trae lacio y oscuro, con dos mechones azules saliendo desde cada lado de su nuca. Para vestir enteramente de blanco y negro, se ve muy bien.

Nota que la observo y me mira a través de su espejo.

– ¿Se te perdió algo? – dice pero me quedo en silencio. – ¿Hey? ¿Me oyes por lo menos?
– Disculpa, me distraje.
– ¿En qué? – dice con desagrado.
– En... En ti... Eres... muy bonita.

Me mira perpleja como si estuviera diciendo algo completamente ilógico.

– No sabes lo que dices – dice con una sonrisa sarcástica.

No alcanzo a responder porque su autobús llega y se sube con rapidez. Fue bueno mientras duró. Nunca la olvidaré. Hablo tonterías, lo digo como si la conociera.

A los diez minutos llega mi autobús y me dirijo a la universidad. Solo un examen más. Analizo de nuevo mí mañana.

1. Ir a la clase. (Obvio)
2. Recibir las tres únicas clases que rendiré antes de mi examen.
3. Revisar mis notas rápido pero de forma en que pueda entender.
4. Dar mi examen.
5. Ir al baño para tomar agua.
6. Salir de la universidad e irme a comprar un cigarrillo.

Y así acaban todos mis estudios.
Al fin.

Mi teléfono vibra. Es John.

"Fiesta. Hoy. Casa de Ryan. En la noche. 7:30pm. Trae tu trasero, bailarás mucho."

Respondo.

"Bien, voy, pero promete que habrán cigarrillos"

John responde casi al instante.

"Tienes una rara obsesión con esas cosas hermano"

Respondo.

"Supongo que si"

John no fuma. Dice que no le encuentra el chiste o lo divertido como en tomar. En cambio, yo si tomo, pero solo vino, lo que no se si cuente, y cerveza no, nunca llegué a más de dos vasos. Me parece asquerosa.

John es mi mejor amigo. En él confío todas mis cosas, secretos, me hace favores y yo se los devuelvo. Él puede ser muy idiota a su manera pero es mi amigo, mi hermano, y lo quiero mucho. Sé que puedo contar con el siempre, tal vez a veces nos enojamos pero... Es mi amigo.

No me doy cuenta que llego y casi arranca el autobús antes que yo bajase. Por suerte no fue así. Hubo demasiado tráfico, lo que significa que tardé más de lo esperado. Tengo exactamente siete minutos para llegar a la clase ­– ¡Deja de pensar! – Corre. Tropiezo con una chica y la empujo por accidente, entonces, cae al suelo.

– ¡Hey, cuidado! – grita.

Ni si quiera regreso a verla pero su voz suena como la de la chica en la parada. No. No es ella.

– ¡Lo siento! – alcanzo a decir.

Llego y la puerta de mi clase está cerrada con un cartel en la puerta.

"No habrá clase. Solo exámenes"

¿Es en serio?

El lado positivo de esto es que, tendré más tiempo de estudiar. El lado negativo es que, empujé a una chica para nada, corrí para nada y traje mis libros para nada. Ah, y lo peor de todo es que mi profesor – con el que daré mi dichoso examen ­­– no vendrá al menos hasta las diez y media y apenas son las ocho con quince. Bien Adam. Dos horas. Pasará rápido. Eso creo.

Me quedo dormido afuera de la clase y me despierta la voz de un chico. Es mi amigo Will.
– Pensé que te vería así en la fiesta. Vas. ¿No? – dice.
– Sí, claro. Solo si hay cigarros.
– Estoy de acuerdo. Bueno me voy Adam. Tengo que dar mi examen. Estás viendo a un futuro abogado. – dice y esboza una sonrisa triunfadora.
– Adiós – le digo amable.

Will me cae muy bien. Es buena persona y siempre ve por los demás. Le daría el premio Nobel a la paz. Es un decir.

Muy bien... ¿Qué hora es? Las diez con quince. En cinco minutos llega el profesor. Que sueño. No debí dormir.

Llego a la clase a tiempo. Entro.

– Muy bien futuros conserjes de Microsoft – que motivación – Este es su último examen. No hablaré. Solo resuelvan.

Nos entrega el examen. Son cuatro hojas. Estoy listo.

Al cabo de cincuenta minutos, que fue el tiempo que nos dieron, acabo el examen sin dificultades. Debo tener máximo dos o tres preguntas mal de cincuenta. Si, una por minuto.

– Sobresaliente.
– Pero aun no la califica.
– Es lo que me espero. Usted es un estudiante muy aplicado.

Esbozo una sonrisa y bajo la mirada.

– Muy bien, mequetrefes. Vengan el próximo jueves a ver sus resultados. Adiós.

Toma su maletín y sale de la clase. ¡Al fin terminé!

Como dije, fui al baño para tomar agua y lavarme la cara. Estoy relajado. Iré a una tienda por un cigarrillo. Y me iré a casa para descansar, luego almorzar y finalmente alistarme para ir a la fiesta de Ryan.

Ya en casa, me recuesto en la cama y me duermo un rato.
Al cabo de un rato me levanto y me preparo algo para comer. Algo ligero porque luego me expongo a vomitar en la fiesta. A fin de cuentas, allí también habrá comida. Me va a costar no morir de hambre, porque yo como mucho pero de algún modo no engordo. Hago ejercicio, y como sano también.

Bien... Un sándwich de queso y jamón con un vaso de zumo de naranja y, para completar, unas pocas uvas. Será suficiente. Si es el caso, compraré un chicle para engañar a mi estómago por un rato y no tener hambre.

Termino mi almuerzo con cara de desayuno y me lavo los dientes. Ahora sí, me preparo para una larga pero divertida noche.

Beat ¿Lo escuchas? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora