14 : Ya no lo conozco

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Escuche el timbre anunciando la hora del descanso, así que rápidamente me levante del suelo, me limpie con mi manga el rostro y sacudí mi pantalón, antes de abrir la puerta del baño observe la pulsera tirada en el suelo "tal vez aun quede esperanza para nosotros" me agache y la recogí guardándola en mis bolsillo, todavía no era la hora de ponérmela de nuevo.

Salí y al verme en el espejo me sentí la cosa más horrible del mundo; la mascarilla para pestañas se había corrido por toda mi cara especialmente debajo de los ojos, pero lo que más me dolió ver fue la marca en mi mejilla, un gran moretón comenzaba a formarse. Acaricie levemente pero al hacerlo me arrepentí, pues me dolía mucho. No pude evitar soltar unas cuantas lágrimas, tape mi rostro con mi brazo lo más que pude y Salí corriendo del baño. Sentí golpearme con alguien pero no me detuve, lo único que quiero es salir de ahí.

Observe las grandes puertas de la entrada y acelere el paso, mientras más rápido salga será mejor. Baje las escaleras de un salto y corrí alejándome de todo, ya no me podía controlar, las lágrimas salían a mares de mis ojos.

- ¡Sabrina!

Sentí una mano agarrarme del brazo y obligándome a detenerme, me gire lentamente con la cabeza gacha. Lo menos que quería ahora era preguntas, necesitaba estar sola.

- ¿Sabrina, que pasa? ¿Por qué corres? – lentamente alzo mi rostro y al verme sus ojos negros se abrieron por completo.

Me sujeto de ambos hombros y me miró fijamente.

- ¿Quién te hizo esto? ¡Dime!

Yo no pude más y me eche a llorar descontroladamente, el me abrazo mientras me sobaba la espalda.

- Shhh, tranquila ya estoy aquí.- me abrace mas a él

- Dustin... él... él...

No pude decir más ¿Qué le diría? Que Peter me pego porque no le dije que su padre murió, es muy absurdo... ni siquiera sé si él lo conoce, y si lo hace no me quiero imaginar que pasaría.

Después de asegurarme de estar tranquila, me solté de su abrazo con una sonrisa de disculpa en mi rostro. Lo menos que quiero es que piense que soy una aprovechadora, una que al primer día se abraza a un extraño y le moja toda la camisa con lágrimas, definitivamente ha sido un excelente inicio de clases.

Él me rodea con sus brazos, lo miro

- ¡Ey! No quiero que pienses que soy un aprovechador ¿si quieres puedo quitar mi brazo? – que irónico que piense lo mismo que yo. Negué. Obvio que no quería me suelte - ¿Ya te sientes mejor?

- Sí. Muchas gracias. Será mejor que ya me vaya a casa – explique

Aun nos encontrábamos a unas cuadras de la universidad, y ya no tenía ganas de regresar ahí, por lo menos hoy no.

- ¿Cómo vas a irte a casa en ese estado? Si yo fuera tu madre me daría un infarto verte entrar con una cara de la mierda y con los ojos rojos, incluso llegaría a pensar que te has drogado.- replico Dustin

¡Es verdad! Si mi madre me ve así no me dejara irme hasta que no le cuente todo, y era obvio que yo no lo iba a hacer. Solté una pequeña risilla por la superstición de Dustin.

Iba a decir algo pero él se me adelanto.

- ¿Qué tal si te invito a un Starbucks? Yo pago, además yo tampoco tengo ganas de regresar a la universidad, y tú me debes explicaciones.- asentí en respuesta.

JUNTO A TI SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora