22: Eres un cobarde

25 1 0
                                    

           


Adriano...

Qué lindo nombre tenía ese pequeño de anoche, aún recuerdo sus hermosos ojos, la verdad que nunca me había quedado tan fascinada con un niño pero este nene  me enterneció el corazón  a pesar de lo enojado que estaba su padre y la forma  en que me hablo puedo decir que fue una bonita noche, me siento tan segura de que conocí a un angelito.

-          Srta River ¿La interrumpo?

Alce la mirada encontrándome con el profesor García mirándome claramente enojado, no pude evitar ponerme nerviosa al instante.

Acomode mis libros y me senté derecha, sin mirarlo claro, sus ojos desprendían hasta chispas, al parecer enserio le gusta la atención puesta sobre él.

-          No, claro que no profesor, discúlpeme, solo se me antojo mirar un poco el patio – justifico sin verlo, mis manos se entrelazaban una y otra vez nerviosas.

De pronto con una fuerza que no sabía que tenía coloca su libro en mi pupitre haciendo que todos se enfocarán en mí.

Ay no... ¿Ahora que hice?.

-          ¿Se le antojo? ¿Enserio me dijo eso?- su tono de voz ya me declaraba sentencia antes que él lo diga.

Bueno, tal vez esa no era la palabra correcta que debía utilizar, pero ni modo...

¿Qué se supone que tengo que decir ahora? Levante suavemente la mirada para mirarlo, a penas mis ojos se conectaron con los del profesor se me borro cada letra que alguna vez aprendí.

-          Como parece gustarle el patio, pues vamos a ponerla en contacto con la naturaleza...- saca del bolsillo unas hojitas amarillas y arranca una – bien ganado entonces su citación, y de buen amigo voy a pedir que su castigo sea limpiar el patio por una semana; así tendrá más tiempo para contemplar...

¡Perfecto! Ahora si me llamaran campesina con ganas... ¿Este día será malo? Creo que con este inicio seguro que si...

.

.

.

-          Bueno profesor, la srta River recibirá el castigo como lo dispuso usted – el director, era un señor de mediana edad, con anteojos y una arruga en toda su frente que demostraba todos los años de arduo trabajo con adolescentes... no soy de querer golpear a alguien pero este director solo se deja llevar por lo que dice el profesor, mientras que a mí solo me mando a callar, a veces si quisiera ser mayor...

-          Me parece adecuado director, esta srta no es la primera vez que se distrae en mi clase, además de que es altanera con los maestros.

¡Ay no! Ahora si no pienso quedarme callada...

-          Director con respeto, yo no he sido irrespetuosa con nadie, y no es siempre, solo que hoy sin culpa me distraje viendo el paisaje... pero hay personas que hacen cosas peores y no les dicen nada...  Me parece injusto que el profesor me difame así... - Bueno si el quería lucha, eso tendría.

El director me echo una mirada de reproche ante mi intervención, pero antes de que el profesor García diga una palabra, el tomo el teléfono y llamo a su secretaria.

-          Como está muy anímica hoy srta River, empezara en este momento con su castigo.- Ordenó.

-          ¡¿Por qué?! Tengo más clases que recibir... Voy a perderlas todas - expresé asustada, lo menos que necesitaba en estos momentos es atrasarme en las materias.

JUNTO A TI SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora