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Me despierto exaltada, no se donde estoy, no quiero abrir los ojos siento que estoy encima de alguien y me duele terriblemente la cabeza, como si me hubieran dado un botellazo o me hubiera caido por las escaleras de cabeza.

Intento abrir los ojos y me encandilo con la luz solar. Malditas persianas abiertas. Me lavanto de golpe al darme cuenta que estoy acostada con Kevin, el chico que no conocía hasta ayer. Dios mio soy una regalada. Al quitarme de su lado Kevin abre los ojos y se me queda viendo con una sonrisa. Que sexy se ve despeinado y cara de recién despertado.

-Buenos Dias, preciosa,¿Cómo ameneciste?- Dice con voz ronca. Agarrenme que me voy a desmayar.

-Creo que bien... Este...Estoy algo nerviosa.- Digo un poco incomoda, no tengo idea de lo que paso ayer. Solo recuerdo que empece a reime de todo y que le pregunte a Kevin si aun quería tener sexo con...Mierda.

-Oh... Tranquila, que si quiero hacer "eso" contigo quiero que estes en tus 5 sentidos- Dijo parándose rápidamente, levantándome y haciendo que enrede mis piernas en su cintura, caminó hasta dejarme en el meson de la cocina.

No tengo idea de en que momento llegamos en la cocina. No tengo ni idea de lo que paso ayer, necesito respuestas.

Estaba demasiado cerca, me estaba empezando a ponerme nerviosa, odiaba estar tan cerca de hombre posesivos, de hombres que son unos chicles, que no respetan tu espacio personal, esos que te dicen que eres hermosa cada 5 minutos, admito que soy muy extraña, ¿A que mujer no les gusta los hombre así? Bueno a mí.

Empezó a rozar si nariz con mi cuello un escalo frio me recorrió el cuerpo de pies a cabeza, era una sensación agradable y excitante. Cuando sentí sus labios es mi cuello empezaba a perder el control, el cuello es mi punto débil, cualquier roze me lleva a las nubes. Comenzo a dejar besos por todo mi cuello empece a emitir pequeños gemidos, no quería que el supiera lo que me hace sentir. Sus besos se extendieron hasta la barbilla siguió subiendo y paro en la comisura de mis labios, cuando pensé que por fin me iba a besar paró y llevo sus tiernos labios a mi frente y la beso.

-¿Quieres desayunar?- Dijo con cara de superioridad. Sabia que lo estaba disfrutando.

-Si, claro- Dije totalmete sorojada y apenada. ¿Qué esta pasando conmigo? ¿Cómo puedo pensar que él iba a besarme? ¿Qué me pasa? no tengo ni 24 horas de haberlo conocido.

Se movia rápido en la cocina y preparo unos ricos waffles.

Era martes y...No fui a clases, mi mamá va a matarme.

-Mierda- Pense en voz alta.

-¿Qué ocurre?- Preguntó preocupado.

- Es martes, tenia clase a las 8:00 am y lo olvide completamente- Dije frustrada, ni siquiera sonó el despertador, ahora que le diría a mi mamá.

- ¿Clases? ¿Qué edad tienes? - Pregunto alzando una ceja.

- Tengo 16- Dije cruzándome de brazos y desafiándolo con la mirada.-¿Y tú?.

Abre los ojos excesivamente, creo que le sorprendió mi respuesta.

-¿16?, Yo tengo 21, Dios pareces de 19, soy un completo pedófilo- Dice desesperado.

-Oye, tranquilo solo son 5 años de diferencia- Digo sarcástica.

-Bueno, dicen que las menores son mejores en la cama, ¿No te lo han dicho a ti?- Dijo regalándome una sonrisa de despreocupación.

-No, no me lo han dicho ¿Sabes por que? Porque soy virgen genio. ¿Acaso no ves mi cara de angel?- Digo riendo.

-¿Tu virgen?- Suelta una carcajada.-Eso no te lo cree nadie, se te nota que has llevado mas cogidas que una puta- Dice riendo mas fuerte.

Me indigne completamente, me llamo puta. Busco mis cosas enojada y salgo por la puerta prácticamente corriendo. Siento unos pasos atrás de mi y no dudo que sean de él.

-Espera- me agarra el brazo, pero me zafo de su agarre.

-Alejate- Digo seria y muy molesta.

- No, no. Espera, lo siento ¿Si? No fue mi intención llamarte puta.- Dice completamente serio.

- ¿Ah no? Pero lo hiciste.- Digo molesta.

Camino hasta la puerta principal e intento abrir la puerta pero esta cerrada.

-Abreme.- Digo seria.

-No te voy a abrir la puta puerta. Perdoname por favor, no medí las palabras y se me salio.- Dijo. Siento que esta siendo sincero, pero eso no quita lo ofendida que estoy.

-Esta bien te perdono. Ahora abreme la puerta.- Digo de mala manera.

-No te voy a abrir nada-Dijo riendo.

-¡ABREME LA PUERTA MALDITA SEA, NO VES QUE ESTOY...!.-No termino de armar mi berrinche cuando el me toma de la cintura y vuelve hacer que ponga mis piernas en su cintura. Me pega contra la pared y hace que lo mire a los ojos.

-No te voy a dejar ir hasta que me des un beso.- Dice viéndome a los ojos.

-No te voy a dar nada.- Digo completamente sonrojada, creo que esta es una de mis posiciones favoritas.

-¿Ah no? ¿Por qué? - Dice riendo y sin perder contacto visual.

-No se quién eres.- Digo bajito.

-Eso puede cambiar- Dice viéndome a los ojos intensamente.

Sin pensarlo me abalanzo sobre sus labios, son cálidos y dulces, suaves y me encantaría poder besarlos siempre, él tarda un momento en responder, pero cuando lo hace, lo hace con intensidad, como si toda su vida hubiera esperado este beso. Pasa su lengua por mi labios y los abro dándole paso a mi interior. Comienza a baja sus manos hasta que encuentra mi trasero y lo presiona contra él sintiendo a tu amiguito activado ahí abajo, mis manos van hacia su cuello atrayéndolo más a mí y despeinándolo un poco. Mi boca encaja perfectamente con la de él, como 2 piezas que se hacían falta. Nos separamos por falta de aire, sus manos siguen en mi trasero y las mías en su nuca. Nos miramos a los ojos por lo que parece una eternidad.

-Debiste haberme besado así cuando te puse encima del mesón de la cocina.- Dice con voz ronca.

Yo solo bajo la cabeza con una sonrisa pintada en mi labios hinchados, debo estar mas roja que un tomate.

El me baja con delicadeza, no sin antes haberme apretado unas muchas veces el trasero.

-Creo que me estoy enamorando de algo que nunca podrá ser mio.- Dice algo desilusionado.

- ¿Por qué lo dices?.- Digo algo cabizbaja.

- No quiero enamorarme de tu perfecto trasero, me quiero enamorar de ti, aunque sea prematuro y posesivo.- Dice algo nervioso.

Rio ante su comentario y le regalo una sonrisa.

-Aunque nuestro beso haya sido perfecto, no existirá un "Nosotros" jamas. Lo siento.- Digo sonriendo con inocencia. Tomo las llaves que tiene en las mano. Abro la puerta y dejo las llaves a un lado. Volteo a observarlo y esta petrificado en el umbral de la sala. Cierro la puerta detrás de mi y hecho a andar hacia casa de Alaska.

I wanna be yoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora