Tengo un agudo dolor de cabeza, no sé dónde estoy. No recuerdo nada, solo sé que estoy en un auto, mis extremidades están atadas y estoy amordazada.
Mi corazón se acelera e intento entrar en razón, quiero gritar, correr. Quiero huir, estoy muriendo del miedo. Observo al conductor en la parte de adelante. El color negro ceviche de su cabello me recuerda alguien. Pero no, es imposible, él jamás podría hacerme esto. Intento desatarme pero las me ataron muy fuerte. Necesito escapar. Me muevo fuertemente haciendo en que el conductor voltee y me observe con una sonrisa sínica en su rostro.
Lucas.-Hola bella Perséfone.- Dice aun con esa horrible sonrisa en sus labios.- Tranquila, ya vamos a llegar.
Intento salirme del apretón de estas cuerdas pero es imposible. Al llegar Lucas sale del auto y abre la puerta donde me encuentro. Me cubre los ojos con un pañuelo y me saca del auto alzada. Siento repulsión, jamás pensé que el buen y maravilloso Lucas llegara a hacer esto. Escucho como abren una puerta y me depositan sobre una cama. Si antes tenía miedo, ahora estoy horrorizada. Me destapa los ojos y noto que estoy llorando, el me limpia las lágrimas y deseo que no me toque, no quiero ser tocada, no otra vez. Empiezo a patalear como puedo mientras se acerca, aplasta sus pesabas piernas sobre las mías, toma mis trazos y los presiona fuertemente.
-Cierra los ojos, así no será tan malo... Para ti, yo lo disfrutare como siempre quise hacerlo- Dice con una de sus sonrisas, mi piel se eriza.
Cierro los ojos sin dejar de luchar, lloro y pataleo como nunca lo hice.
-Perséfone- Escucho a lo lejos. No es la voz de Lucas.-Perséfone, despierta por favor.- Es Matt.
Abro los ojos de golpe y observo a un muy preocupado Matt. Acerca su mano a mi mejilla para limpiarme las lágrimas que salen sin control. Es entonces que entiendo que estoy llorando. Solo fue un sueño. Pensé que ya habían desaparecido este tipo de sueños
Sigo sin saber dónde estoy, lo primero que veo es un cuarto color verde manzana con posters de autos ¿Dónde estoy? Me levanto poco a poco y siento como alguien me detiene.
-No, shhh, recuéstate - Dice Matt a mi lado ya mas relajado.
-¿Qué demonios paso?-Digo recostándome de nuevo.
-El "Amigo".- Dice haciendo comillas en la palabra amigos.- Encontró un pote de cloroformo y decidió jugar al secuestrador contigo.
-¿Qué fue lo que hizo?- Pregunto queriendo tener más información.
-Bueno, resumiendo. Cuando te alejaste de Calipso, Lucas llego por detrás y te coloco un paño en tu rostro y te desmayaste, después de golpearlo te traje a mi antiguo cuarto.
-Ah... Alto, ¿Lo golpeaste?.- Pregunto sorprendida.
-Si.- Dice rápido.- ¿Quieres volver a la fiesta? o ¿quieres que te lleve a tu casa?
-Ahg, no puedo ir a mi casa.- Digo con fastidio.- He dicho que me quedaría en casa de Roma. Supongo que me tengo que quedar.
-Está bien.- Se acerca peligrosamente a mi oído- Solo que esta vez no te quedaras sola.- Dice en un susurro que hace estremecerme. Me muevo rápidamente y logro tenerlo tirado en la cama colocándome encima de él, necesito olvidarme de aquel recuerdo con el que soñe.
Ahora soy yo la que se acerca a su oído.- Espero que puedas controlar donde estaré- Digo dándole un beso en el lóbulo de su oreja a lo que el gime al instante, empiezo a dejar un camino de besos suaves y mojados por su cuello a lo que él se estremecerse, me muevo con movimientos circulares en su ya notable erección, lo que hace desesperarlo, pone sus manos en mi trasero y mueve mi cadera con movimientos más profundos, cuando siento que ya no puede más me levanto de golpe y salgo corriendo del cuarto. Dejando a un Matt excitado tirado en la cama con ganas de más.
ESTÁS LEYENDO
I wanna be yours
RomancePerséfone, es una chica común, hermosa, inteligente, independiente y madura... A veces. Se enfrentara a problemas relacionados con el amor. Solo algunos de estos chicos podrá ganarse su corazón, o ella partir el de ellos.