I wanna be yours

11

Tengo toda la tarde trabajando en la cafetería cuando veo que Kevin entra con una sonrisa.

-Eh, Perséfone, vamos a una fiesta...- Dice sin quitar su sonrisa.

Yo sonrió y le digo.- Es domingo Kevin, mañana tengo clases y no me gustan mucho las fiestas.- Digo encojiendome de hombros.

-No es hoy boba, va a ser el viernes, quiero verte linda, como siempre y que lleves a Alaska, ¿si?.-Dice colocando ojos de perrito.

-¿Y si ella decide ir con Samuel?, ¿Que le diré?- Coloco los ojos en blanco.- "Oh no Alaska, Samuel no puede ir ".- Digo haciendo muecas raras con mi boca.

El se rie y coloca los ojos en blanco.- No necesito tu ayuda, ya le diré a alguien mas que la lleve, pero igual tienes que ir tu.- Al decir esto se va.

No quiero ir a esa estúpida fiesta, y ver a ese estúpido chico.

Al salir veo a Megan afuera de la cafetería sentada sobre el capo de su auto, aun no me ha visto.

-Holi.- Le digo haciendo que logre subir su vista y me observe, le sonrió y ella se me tira encima envolviéndome en un abrazo.

-Al fin sales, estoy aquí para llevarte a casa.- Dice soltándome y subiéndose a su coche. No protesto y me subo junto a ella.

-Es extraño que este aquí para llevarme a mi casa, ¿Que sucedió?.- Pregunte mirando el semáforo en rojo.

- Mmm, me conoces bien. Volví a pelear con mi padres, ¿Podría quedarme en tu casa?.-Dijo mirandome haciendo pucheros.

-Sabes que si Megan, mi mamá esta en Brooklyn.- Digo.

-Genial, podemos hacer noche de chicas y hacer todo el escandalo que queramos.- Dice colocándose a brincar y emocionándose.

-No tan rápido, se que tu ya no estas en clases, pero yo mañana tengo que ir al colegio, no puedo faltar, en serio voy mal en clases, si falto creo que podría explotar, igual que mi mama.-Digo riendome.

Ella pone un puchero pero no dice mas nada, al llegar cenamos y nos acostamos a domir.

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Hoy ya es viernes, la semana paso demasiado rápido.

Estoy saliendo de clases cuando comienza vibrar mi celular.

*Llamada entrante de Alaska*

-¿Que paso?

-¿En donde estas?- Dice Alaska emocionada.

-Yendo a mi casa, ¿por?

-Vamos a una fiesta, Samuel me va dejando alla en 20 minutos.

-Pero...-No me da tiempo de responderle, cuando ya habia colgado.

No quiero ir a la estúpida fiesta y ver como Kevin coquetea con Alaska, siento que eso es solo un capricho, pero es inevitable no sentirme de esta manera.

Al entrar a mi casa ya noto a Alaska a mis espaldas. Me abraza y entra corriendo a la casa.

-¿Un caramelo?.- Pregunta subiendo las escaleras.-¿Tienes?

-Siempre tengo.- Digo sonriendole.

A las 8 pm ya estábamos listas.

Alaska tenia el cabello planchado, unas sandalias beige, un short corte alto negro con una camisa corta gris manga larga. Los labios rojos y los ojos maquillados, estaba bellisima. En cambio yo, estaba mas informal, con unos short corte alto de jean, una camisa verde corta que decía westcoast y mis adidas superstar negras, con el cabello liso yondulado en las puntas y de maquillaje solo delineador en los ojos.

-Estamos riquisimas.- Dice Alaska viéndonos en el espejo a ambas.

-No, tu lo estas. Yo estoy normal.- Me rió viéndola.

-No, estas hermosa Perséfone, siempre lo estas, no seas ridícula.- Dice colocando los ojos en blanco. 

Me coloco perfume y salimos hacia el auto de Kevin que tenia rato esperándonos. Al estar mas cerca del auto Kevin sale y se queda observando a Alaska...

-Estas hermosa Alaska.- Dice viéndola a los ojos.

Esta bien, aun no se a dado cuenta de mi presencia y creo que hasta me duele. Ya basta Perséfone, puedes tener a cualquier hombre, y vas a sufrir por este... NO.

-Hola Perséfone.- Dice sonriéndome. 

Claro, hace menos de una semana no me podías quitar el ojo de encima, ¿Verdad? pero no, ahora resulta que estas enamoradisimo de Alaska, ¿Es que no puedo tener peor suerte?... Pero.. Claro, yo le dije que no habría un nosotros, bien obediente que me saliste Kevin.

-Hey Kevin,. Dije subiéndome en su auto.

Al llegar suspire con pesar. No quiero estar aquí. Lo odio. Podría irme caminado de regreso a mi casa, no estoy tan lejos...

-No te vas a ir.- Dice Kevin a mi lado. 

Ahora lee mentes, lo que me faltaba. Me alejo de Kevin y entro a la fiesta, me encuentro con mucha gente a la cual voy saludando de a poco. Suena I don't fuck with you de Big Sean y me uno a un grupo de gente que bailaba. No se cuanto tiempo ha pasado pero estoy cansada, salgo al patio trasero, tomo un vaso de algo extraño pero con alcohol y observo a una pareja besándose en  una se las silla, iugh.. Me acerco un poco mas por cotilla.. la camisa de la chica se me hace conocida...Alaska. Y ese no es Samuel, es Kevin.

¿Que pasa aquí?

Salgo de la casa y hecho a andar a mi casa. ¿Como pudo Alaska engañar a Samuel? No podía creerlo estaba asumida en mis pensamientos cuando escucho unos pasos detrás de mi.

-Largo.- Digo automáticamente.

-¿Y yo que hice?.- Dice Lucas detrás de mi viéndome como si estuviera loca.

-Nada, lo siento...-Digo.- ¿Podrías acompañarme a mi casa?.- Pregunto haciendo pucheros.

-Claro.- Dice sonriendo.

 Al llegar a mi casa lo hago pasar y le ofrezco un vaso de agua, el cual me niega, se acerca despacio hacia mi y lo beso con pasión, no siento nada. Ningún sentimiento hacia Lucas, pero hoy lo necesito, quizás suene como una puta, pero si los hombres pueden hacerlo...¿Por que las mujeres no?. 

Le quito la camisa y el hace los mismo mientras que yo desabrocho sus pantalones y se los bajo. Al estar agachada tengo su pene en mi cara, lo saco de su boxer y me lo adentro en la boca. Noto como gime y se retuerce ante mi ágil boca, me toma del cabello con fuerza y desesperación empujándome con fuerza provocando que su pene entre completo en mi boca, cuando siento que ya va a acabar me separo de el y lo beso con intensidad. Quita mi sostén y comienza a masajear mis senos con desesperación, me sube al meso de la cocina y me quita el short junto con las bragas, saca un condón de su cartera y se lo coloca. Me penetra despacio, solo hasta la punta.

-Vamos Lucas, métela toda y rápido sabes que no soy virgen.- Digo casi desesperada.

El sonríe y hace lo que le pedí, comienzo a gemir con intensidad, besándolo y arañandole la espalda. Oh si, esto era lo que necesitaba. Voy a invitar a Lucas mas seguido a mi casa, si que lo hace bien.

Por fin llegamos al orgasmo, nos separamos y nos vestimos. Lucas me toma de la cintura, me besa con profundidad logrando sacarme un gemido, se despide, le abro la puerta mientras observo como se marcha