Capítulo 43

9 0 0
                                    

(BRISEIDA-PARVOL)
Estoy sentada en una de las sillas del comedor frente una foto en la que estamos mi hermanito, mi mamá y yo sonriendo, en mis manos.
Llevo media hora mirando esta pequeña foto, pero con grandes recuerdos, sin apartar la mirada.
Llevo dos días sin ver a mi hermano y más de una semana sin ver a mi mamá.
Estoy muy preocupada por ella...
¿Una misión puede durar tanto?
Y mi hermano...¿Cuándo vendrás, Kevin?
La casa se me hace muy grande sin vosotros.
Sin ninguna explicación, mis ojos se humedecen y una lágrima corre por mi mejilla, llega a la barbilla y finalmente cae sobre la foto.
Entonces escucho un pequeño ladrido.
Miro a bajo y veo al pequeño Kyubi moviendo su cola.
Sonrió y me limpio mi ojos con los puños.
Bajo de la silla y me agacho para acariciar la cabeza del cachorro.
-¿Tienes hambre?-Le digo
El vuelve a ladrar.
¿Pero que digo? No queda pienso, se acabó ayer.
Suena la puerta.
Corro a ella y abro detrás de esta.
Asomo mi cabeza y tengo que mirar hacia arriba ya que es un adulto.
-Hola-Me dice.
-Hola-Digo insegura.
-¿Puedo pasar?
-S..Si
-¿Sabes quién soy?-Me pregunta tomando asiento sin decirle nada.
-Eres el maestro de mi hermano ¿No?
-Ajam ¿Sabes como me llamo?
-No-Digo y me siento frente él.
-Me llamo Toshiro. Toshiro-Akimato.
-Encantada-Digo con una sonrisa
-Tu eres Briseida ¿Verdad?
-Si, ¿Por qué estas aquí?
-Vaya... parece que quieres ir al grano-Dice riéndose.
-Si,algo asi-Le digo un poco sería. Estoy preocupada por lo que le ha podido pasar a mi hermano.
-Tranquila, tu hermano está bien. Tal vez venga hoy mismo o mañana.
-¡Que bien! Pero, entonces ¿Por qué estás aquí?
-Bueno, eres la hermana de Kevin. Uno de mis alumnos. No puedo dejarte sola. Si no está él aquí para protegerte estaré yo-Me dice con una bonita sonrisa.
No se porque pero me gusta haber escuchado eso.
Me transmite mucha confianza... es una conexión algo extraña.
Me gusta que esté aquí, me siento segura.
-Tal vez pueda protegerme sola-Digo cruzandome de brazos.
-Todavía te queda mucho que aprender.
-Si eso es verdad-Digo y me descruzo de brazos.
Él ríe.
-Vaya, una amatista, usas hierro ¿no?
-Siii-Digo muy contenta.
-Que pronto, aún eres pequeña para poseerla, Estoy impresionado.
Yo sonrio y el busca algo en su bolsillo.
Lo miro muy atenta y observó que saca un cordón que cae de uno de sus dedos y al final se encuentra una amatista colgando de el.
Me quedo con la boca abierta.
Tiene la misma que yo.
-La misma...-Digo casi susurrando.
El ríe nuevamente.
-¿Cuál es la técnica que más utilizas?-Me pregunta.
-Flecha o barra de hierro.
-No..¿Enserio?-Dice, esta vez él, con la boca abierta.
-Si ¿Por qué?
-Yo también
-No puede ser-Digo abriendo la boca y nos quedamos unos segundos mirándonos con las bocas abiertas. Luego reímos a la vez y nos detenemos en el mismo instante.
Es increíble, me parezco mucho a él.
¿Quién es?
-Briseida, te he traído algo. Para ti y para el pequeño Kyubi.
Y saca de la nada una bolsa enorme negra.
La abre y hay muchísima comida y pienso.
-Vaya... gracias...-Digo sin saber muy bien que decir.
-Y en este pequeño bolsillo he metido algo de dinero por si queréis comprar algún caprichillo-Me dice guiñandome un ojo.
Yo me río.
-¿Por qué haces esto?-Le pregunto dejando de reír y un poco más seria.
-Vuestra madre no está aquí, así que mientras ella no está, yo puedo traeros cosas ¿Si?
-Vale, pero sólo hasta que ella vuelva.
-Hecho-Dice extendiendo su mano y damos un apretón de mano.
Me sonríe y se levanta.
-Bueno pequeña, me tengo que ir-Me dice sacudiendome la cabeza con una mano, como solía hacerlo mi madre.
-Está bien, ya nos vemos-Digo abriendo la puerta.
-Si, hasta otra-Dice saliendo.
Cierro y me quedo apoyada en la puerta pensando en lo que acaba de suceder.
¿Qué es esto? Nunca sentí esto, es extraño, no lo conozco de nada pero siento la necesidad de que esté aquí.
También es curioso en lo que nos parecemos.
En la forma de reír, en lo curioso que somos, haciendo preguntas e incluso en nuestro poder.
Ambos usamos la amatista y ambos usamos la misma técnica.
Esto es increíble.
Me separo de la puerta y camino hasta la mesa donde esta la gran bolsa negra llena de cosas.
Lo primero que hago es sacar el pienso.
Kyubi comienza a dar vueltas sobre si mismo y dar pequeños saltos.
Yo le sonrió.
-Ya voy pequeño-Le digo tomando un casillero
se lo lleno y lo coloco en una esquinita.
Parece que tenía hambre. Come muy rápido y apenas le da tiempo de masticar.
Vaya...
Estoy deseando que vuelvan y contarles lo que acaba de pasar.
Que ganas de poder ver a mi madre y abrazarla, reír juntas y hacerle bromas a Kevin.
Espero que estes aquí pronto, mamá.

Kevin-Parvol (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora