Capítulo 24

17 0 0
                                    

(KEVIN-PARVOL)
Hace más de una semana que mamá no viene a casa.
Estará haciendo una misión muy importante.
Estoy entrenando en el jardín.
En esta semana no he parado.
Ya puedo controlar todo el poder de la cornalina pero aún no puedo hacer una nueva técnica.
Estoy algo enfadado ya que no puedo conseguir nada.
-¿Hermanito?- me dice mi hermana desde la puerta.
La miró y me acerco a ella.
-¿Qué sucede Briseida?
-¿Dónde esta mamá? Lleva una semana sin venir.
-No te preocupes. Ella regresará pronto- le digo con una gran sonrisa y despeinandole el cabello.
Ella me devuelve la sonrisa y entramos en casa.
-Espérame aquí, voy a comprar algo de comer.
Ella asiente y se sienta en una de las sillas.
Salgo corriendo con una pequeña mochila en la espalda y algo de dinero en el bolsillo.
Me acerco en uno de los mejores bares.
-Hola, Lili- Lili es la dueña de ese pequeño bar. En el Lili-Home sirve unas tapas increibles. A mi me encantan los fideos pero a mi hermanita lo que más le gustan son las bolitas de arroz.
-¿Qué te pongo?¿Lo de siempre Kevin?
-Si, por favor Lili y gracias.
-No hay de que.- ella sonríe y se dirige a la cocina.
A los 10 minutos aparece con dos tarros pequeños uno de fideos y otro de bolas de arroz.
Le pone un platico por encima para que no se me caiga por el camino.
-Gracias - le digo metiendo los tarros en mi mochila y saliendo de ese pequeño bar. Ella sigue con la sonrisa y me despide con la mano.
-Vuelve pronto- me dice.
Me voy corriendo para casa y me encuentro con Lucy.
-Hola Kevin ¿A que viene tanta prisa?
-Bueno he ido a comprar la comida y mi hermana me está esperando en casa.
-A.. lo siento. No te molestó más.
-Luego hablamos.- le digo corriendo de nuevo a mi casa.
-Briseida ya estoy aquí. Entro en casa más calmado y cierro la puerta con a pierna.
Viene corriendo hacia mi él y se para enfrente mía con las manos juntas y con una gran sonrisa.
-Que bueno hermanito.
-Vamos a la cocina anda.
Vamos a la cocina y abro mi mochila encima de una mesa.
Saco el tarro donde venían las bolitas de arroz, le quito el plástico y se la doy a Briseida.
-Gracias.
Saco el mío y hago lo mismo.
Me siento enfrente de ella y comemos a la vez.
-Hermanito. Apartir de hoy tengo clases por las tarde. Quiero decir que dentro de unos minutos tengo que estar en la escuela.
-¿y como es eso Briseida?
-El sensei nos lo dijo. Creo que s para entrenarnos mejor. Para cuando tengamos tu edad podamos conseguir la piedra sin problema.
-Eso está genial-Le respondo.
-Si- me sonríe.
-Yo ya he terminado¿y tu?
Asiente.
-¿Entonces nos vamos ya?-Le digo.
-Si.
La acompaño a clases la despido con un pequeño beso en la mejilla y me dirijo al Castillo de los tres superiores.
Mi madre lleva una semana, algo a pasado.
Llego a la puerta y me detienen dos ayudantes de los superiores que hacen de guardas en este momento.
-¿Quien eres?-me pregunta uno.
-Soy Kevin-Parvol mi madre salió hace una semana a hacer una misión y aún no ha vuelto. Quiero hablar con uno de los superiores y saber que le ha pasado.- Entonces, se quita la máscara que tenía y me mira.
Es Ryu. Mierda. Pero... está llorando...
-Kevin...
Pero uno de los superiores lo detiene.
-Ryu. Dejalo pasar- le dice el se echa a un lado sin decir palabra alguna dejándome paso.
Entro muy despacio en el Castillo.
Subo unas escaleras y me paro en la puerta de una habitación que estaba abierta.
Está Jaidan y Harold en esta habitación.
-Pasa- me dice Harold mientras mira el cielo A través de la ventana.
Entro despacio hasta colocarme detrás de el.
Jaidan me mira desde su sillón per no dice nada.
Harold se da la vuelta y me mira.
Su expresión de la cara es triste.
-Lo siento Kevin...- me suelta.
Me salen lágrima.
-¿Qué es lo que pasa Harold-Sama?-Le pregunto sin querer escuchar lo que estoy pensando.
-Tu madre...No pudo completar la misión y...- lo interrumpo.
-Nunca... Nunca debistes mandarla a una misión de alto rango tan enferma como estaba.-Aprieto los dientes mientras las lágrimas corren por mi cara.
Estoy muy cabreado y me sale llama por todo el cuerpo.
Apenas me doy cuenta pero Harold y Jaidan están sorprendidos.
-Kevin... Calmate.- Me pide Jaidan.
-No me pidas que me calme cuando ustedes tenéis la culpa de que mi madre no este aqui- le grito y le lanzo fuego sin apenas darme cuenta.
Jaidan lo absorbe y manda el fuego a otro lado.
Estoy muy enfadado con ellos.
Ataco ésta vez a Harold con mi cuerpo en llama. Concentró gran cantidad de fuego e intento darle pero crea un pequeño escudo de Rayo.
Mis llamas disminuyen, me caigo de rodillas y agacho mi cabeza mientras continuo llorando.
-¿Por que ella? Ella era fantástica, nunca le hizo daño a nadie.
Ella nos cuidó a Briseida y a mi sin un hombre al lado.
Ella era mi madre, mi primera y mejor amiga, la que me aceptó a pesar de lo débil que era.
La que nunca se rindió y luchó por nosotros.
Ella no tenía derecho a esto.-Lloro con más intensidad pero a la vez tengo esa rabia.
El saber que Harold fue el culpable me saca de mis casillas.
Me levanto y me limpio las lagrima con un puño.
Mis llamas vuelven a aumentar pero aún más que antes.
Abro mis brazos y grito desesperadamente.
Y entonces sale un Fénix de fuego.
Pero este Fénix... No es esa estúpida ave.
¿Con esto se refería a que tengo el espíritu de un Fénix?
Harold y Jaidan vuelven a quedarse asombrados aún más que antes.
-¡Kevin!-Me grita Ryu desde la puerta.
El tambien parece sorprendido al ver ese Fénix.
Pero desaparece y vuelven a disminuir mis llamas.
Me doy la vuelta y lo miro.
-Ni Harold ni ninguno de los 3 superiores tienen la culpa.

Kevin-Parvol (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora