CAPITULO 3: MUERTE EN VIDA

73 5 0
                                    

Todos... todos pensamos en nuestro futuro.... cuando moriremos o simplemente cuanto tiempo estaremos vivos, o al menos yo lo pensaba, estos últimos días he estado muy mal, sentí que no debería haberle abrazado, no puedo mas.... no puedo ni logro olvidarme de él y de su mirada, no paro de pensar en sus ojos... mi punto débil es él o sus ojos?... aun no lo se ni lo sabre, nunca se me olvidara lo que me dijo.....

La primera vez que quedamos llevaba una semana planeando lo que diría para que no terminará la conversación, pero fue un poco inútil no es que se acabara el tema pero fue muy divertido y le cogí cariño y aprecio en solo una tarde, de la cual me arrepiento.

Unos días después de perderme en sus ojos en aquel sofá, nunca me había sentido igual, en esos momentos me gustaría saber que pensaba él, aunque hubiera sido inútil..... solo me habría causado mas dolor y preocupación.

Debo contra una cosa, mis ojos se están humedecido solo de pensar en el, unos días después, quedamos, él estaba nervioso, siempre me llevaba a lugares apartados con poca gente, como si quisiera declararse, supongo que luego se asustaba.... Él no le temía a nada ya que según el todos le temían, Un día de esos estábamos tumbados en el césped, era precioso.... tanto que esta vez me perdía en el cielo, y si tenia frió no me separaba de el, mi corazón latía tan fuerte y veloz, Parecía que nunca se pudiera parar, Pe..pero poco duro la calma, me cogieron unos chicos por detrás con una navaja en la mano, le dijeron a él que se alejará de mi y que me dejarían vivir si el se entregaba, lo único que podía hacer era estarme quieta y mirar sus ojos, y... estaban cambiándose de color por un verde turquesa, pero eso no me asustó, La verdad es que me sentía protegida y capaz de todo, así que decidí usar la defensa personal que había aprendido, tire a el que me amaraba, puse encima suyo con su navaja en mano y... oí el sonido que significaría mi muerte, no física sino mental, aun peor que morir, él... estaba muerto.


PERDIDA EN SUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora