Cambiemos Roles / AshtonIrwin

Capítulo 1.

*La fabulosa Marissa Green ha dado mucho de qué hablar últimamente. Tan solo esta semana se ha peleado con un paparazzi, agredido verbalmente a un mesero en uno de los mejores restaurantes de Los Ángeles y, anoche, las cámaras la captaron saliendo de un exclusivo Bar en el centro de la ciudad; la joven modelo peleaba con su guapo novio Ashton Irwin, integrante de la banda 5 Seconds of Summer. Se dice que ambos estaban un poquito pasados de copas, los rumores de una ruptura crecieron rápidamente mediante las redes sociales. Los fans de estos chicos están divididos entre los que apoyan la relación y los que no. Han llegado a haber mensajes alarmantes de amenazas y fuertes discusiones. Sin duda esta joven pareja está en boca de todos. Fuentes cercanas afirman...*

—DRA-MA — canturreó Amy apagando el televisor.

Marissa, quien se mantenía atenta a su teléfono, solo bufó desde su posición.

— ¿Cómo soportas todo eso? Yo ya me habría vuelto loca. —  dijo Amy. Le parecía sorprendente que nada pareciera afectar a su hermana.

—Es el precio a pagar por ser tan famosa. — se mofó.

Fue turno de Amy para bufar.

— ¿Qué hay de cuando te siguen con cámaras hasta el retrete? Es un precio muy alto ¿No crees? Que la gente te odie solo por...

—No me preocupa que me odien, a mí solo me importa que hablen de mí. — le interrumpió.

—Hablan pésimo de ti.

—Pero hablan, y saben quién soy.

—No comprendo tu lógica. — habló Amy mientras negaba con la cabeza y achinaba los ojos.

De verdad que no comprendía a su gemela, ni siquiera sabía cómo es que eran gemelas. Desde pequeñas, habían tenido problemas para ponerse de acuerdo, si Amy quería jugar a las muñecas, Marissa quería jugar a las comiditas, mientras Amy quería las paredes de su cuarto de color verde, Marissa pedía el rosa, si Amy vainilla, Marissa chocolate.

—Eso es porque el mundo de la fama es algo muy grande, y tu cabecita no comprendería ni la mitad de las cosas que debo hacer para estar en donde estoy: La cima. — hizo un ademán con sus manos.

Sin más que decir, Marissa se puso de pie y caminó lejos del sofá de terciopelo, sus pasos con elegancia moviéndose con sus hombros haciéndola parecer un majestuoso pavo cristatus.

Marissa tenía todo lo que una chica quería: Era bonita, tenía un cuerpo perfecto, era modelo, y tenía a su lado a uno de los chicos más atractivos según varias revistas de moda y chismorreos, además, era invitada a las mejores y más exclusivas fiestas en todo Hollywood, los flashes de las cámaras la adoraban y, ni hablar de la cantidad de dinero que ganaba.

(...)

—Amelia, apúrate o se me hará tarde. — la voz de Marissa se escuchó a través de la puerta de habitación de Amy.

Amy aceptó acompañar a su gemela a una de sus sesiones de fotos. ¿Qué tan malo podría ser? Además, jamás había ido a una y sentía mucha curiosidad. Y era eso o quedarse en casa solo mirando televisión o estudiando para sus clases de verano. Amy se colocó unos jeans simples desgastados con una blusa y un suéter ligero en rosa pálido. Salió de la habitación antes de que a su hermana le explotara la cabeza y la observó de arriba abajo. Un vestido celeste cielo floreado se ceñía a su cintura, dejando suelta la falda del mismo, unos enormes tacones negros hacían resaltar sus piernas torneadas y encima, un blazer con mangas hasta los codos del mismo color de los zapatos le daba un toque chic y sofisticado. Un maquillaje cargado pero impecable y su cabello simplemente era perfecto.