En multimedia Sora---------------
Zoe, Julia y Mei me habían insistido que fuéramos temprano al cumpleaños número 15 de Sora. Intenté hacer que cambiaran de parecer pero al ser su grupo de amigas debíamos llegar antes que los demás.
Me levanté del sofá rezongando y me dirigí a mi cuarto para elegir lo que me pondría. Tenía planeado cambiarme en casa de Julia e ir con ella.
Había estado buscando entre todo lo que tenía -cabe destacar que casi no tengo ropa para salir- y no encontraba nada que me quedara bien.
Ya cuando comencé a frustrarme fue que mi madre llegó del trabajo y me pasó un vestido negro que tenía guardado. Era simple pero bonito. Lo combiné con unas sandalias azules, los únicos zapatos para salir que tenía; y con un saco que me había regalado mi tía.
Ya con todo preparado, emprendí camino hacia la casa de Julia. Me alegraba el hecho de que este año hubiéramos comenzado a ser más unidas que antes.
•••
-Que bueno que haya alcohol- dijo Mei con una sonrisa en su rostro. Ya me imaginaba el resto de mi noche cuidandola, como siempre.
Recién habíamos comenzado a bailar y ya estaban sirviendo tragos. Algunos de mis compañeros invitados a la fiesta habían llevado petacas. Con disgusto observaba como de a poco todos se iban emborrachando.
Mentiría si dijese que no tomé, porque lo hice. Pero en verdad me encontraba en buen estado.
Cuando me di cuenta Mei estaba borracha, Julia había tomado y se sentía mal, y no encontraba a Zoe por ningún lado.
Sora lloraba desconsoladamente. Comencé a escuchar la charla que estaba dando su madre a los gritos. Nos culpaba a todos por haber arruinado la fiesta que su hija tanto anhelaba. Mei comenzó a llorar, ya no sabía que hacer para que parara.
-¡Irina!- Di media vuelta y vi una enorme cabellera ondulada delante mío, Zoe me miraba fijamente -¿Estas bien?-.
-Si, no he tomado nada, sólo un vaso de campari. Y tú cómo éstas?- No se la veía muy contenta.
-Si, yo no he tomado nada. Sora y su madre están realmente enojadas con ustedes-. ¿En que momento se había descontrolado todo?
Miré hacia un sillón que había no muy lejos de donde estábamos. Mei ni siquiera podía mantenerse de pie.
-Zoe, ¿Podrías darme una mano?- dije señalando a nuestra borracha amiga y luego al sillón. -De paso cuéntame como es que fue todo esto. He estado todo el día en el baño ayudándola, o persiguiendola- me molestaba mucho esta situación.
Julia estaba allí, sentada recuperándose del malestar. Todos estaban callados, nadie hacía nada. Nos sentamos todas y esperamos, como hacía el resto. Esperamos que la maldita fiesta terminara.
•••
Luego de esa horrible noche Sora no contestaba nuestros mensajes y tampoco las llamadas. No entendíamos que le sucedía, en la fiesta nos había perdonado.
Comenzada la semana intentamos hablar con ella pero simplemente nos ignoraba y nos evitaba. Ya empezamos a enojarnos ante esa actitud por lo que la encaramos y le dijimos lo que pensábamos. Ella estaba enojada, pero en su rostro también había miedo y tristeza.
Ella no nos quería más como sus amigas. Decidimos alejarnos. Todas estaban enojadas con ella, yo más que odio sentía pena. Su madre empezó a decir cosas malas de la madre de Julia, Mei y mía, además de hablar mal de nosotras también.
Ese día nos dimos cuenta que Sora nunca había sido una amiga de verdad. Nos había traicionado. Todos nuestros secretos estaban en nuestra contra. Un verdadero amigo nunca hablaría mal del otro. Ella lo hizo.
Y así es como perdimos a una amiga, la cuál se convirtió en una compañera más del colegio; de esas con las que nunca te hablas porque no hay suficiente confianza.
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Adolescencia experimental (Cancelada)
Fiksi RemajaIrina es una chica de 15 años que vive en Madrid. comienza el 2015 y se encuentra en una de las etapas más importantes de su vida según muchos, la adolescencia. En ésta comienza a experimentar situaciones nunca antes vividas, tanto buenas como malas...