Las frías calles de Los Angeles estaban vacías, la oscuridad las inundaba y una poca luz salía de los faroles situados en las esquinas. Los carros ya no pasaban y los grillos no cantaban siquiera. Era un silencio escalofriante.
Mis converse estaban sucios por los grandes charcos que se habían formado por la lluvia de hace media hora; miré hacia arriba, hacía el cielo, la luna brillaba, era grande y amarilla.
Acomode mi mochila y me dispuse a caminar más rápido para llegar "temprano" a casa. Saque mi celular y mire la hora 3:00 am.
Mierda.
Seguí caminando y pateando la basura que me encontraba en el camino. La avenida olía a humedad y a pipi de gato.Al doblar en una esquina me pare en seco. Había un hombre recargado en una pared fumando, llevaba un suéter blanco con un gorro, unos pantalones de mezclilla y un reloj super ultra mega caro, se notaba a lo lejos enseguida, trague saliva y caminé hacia ahí con paso rápido.
Al llegar y pasar por el, me tomo del brazo y mi corazón empezó a latir rápido, se quería salir de mi pecho, y no precisamente por el miedo si no por que ese toque yo lo conocía.–Lo siento, hoy no llegas a casa–Su voz me había dado escalofríos.
Yo había escuchado esa voz, pero no podía reconocerla.
Sus caladas de humo me las tragaba yo, y empece a toser.¿Me iba a secuestrar?¿Me iba a matar?¿A violar?
Intente forcejar para que me soltara pero era inútil él tenía mas fuerza que yo, mis ojos picaban y las lágrimas ya estaban saliendo.
Una camioneta se paro frente a nosotros y me tomaron de los brazos amarrándolos.
Todos traían mascaras, menos el que me había tomado.
Al dar un manotazo tratando de que no me amarrarán, le pegue al gorro de su suéter despojándolo de el. Mi corazón se paro al verlo.Lo pude reconocer por su mirada, esos ojos mieles que alguna vez quise, pero que la humillación me hicieron odiarlos–Justin...–Susurré ya casi sin fuerzas.
Las lágrimas seguían saliendo de mis ojos, los sollozos salían de mi garganta.
–Perdón.
Me pusieron un pañuelo en la nariz y trate de zafarme. Todo se ponía borroso, la respiración se me estaba yendo.
Di un suspiro y todo se volvió negro, negro como la oscuridad que inundaba la conciencia.La oscuridad era mi amiga desde que deje la casa de mis padres, desde que Justin me había humillado, desde la traición de mi ex mejor amiga, desde que todo se había vuelto una mierda en si.
No sabia a donde iba a llegar con esta vida que llevaba, quizá me la merecía pero no recordaba algo malo que haya hecho.Entre a su casa y empece a buscarlo por todas partes.
–¿Justin?–Grité para que me escuchara.
–Cariño estoy aquí, ven– Justin me había hablado desde una habitación.
Caminé a la habitación donde provenía la voz y al abrir la puerta y ver lo que mis ojos veían empece a llorar.
El estaba teniendo sexo con mi mejor amiga.–Justin..–Solloce.
–Perdón.
Salí corriendo de ahí con mis sentimientos destruidos y mi corazón hecho pedazos.
Lo único que he escuchado de su boca cuándo escucha mi corazón romperse es "Perdón"
Perdón por destruirme.
Perdón por ser un idiota.
Perdón por no olvidarte.
Perdón por no dejarte ir.