Al día siguiente me entere que mis padres me buscaban.
Justin me había dicho, me preocupaba él, si lo meten a la carcel, que haré, ¿Qué haré sin él?
Mi mejilla dolía y mis piernas igual. Me habían golpeado y pateado hasta dejarme inconsciente.
Estaban apunto de violarme pero Justin llegó y dijo que me dejarán que el jefe quería quitarme la virginidad. Y así lo hicieron.Hoy escaparíamos de aquí, eso había dicho él.
–Llego la hora–Llego Justin con unas llaves quitándome las esposas y me dio un arma.–¿Sabes usarla?
Negué.
–Solo quita el seguro y aprieta el gatillo. Así.
Me enseño y yo asentí.
–Oye–Hizo que lo mirará.–Juntos por siempre. Lo prometo.
–Juntos por siempre.
El salió de la habitación y yo lo seguí por detrás.
Mi corazón martilleaba y mis manos sudaban. Si no llegaba a salir de aquí al menos lo habría intentado.
Escuché pasos y tome a Justin de la mano inmediatamente.Caminamos por el gran pasillo y un hombre paso por ahí.
–¡Hey!–Grito él.
Justin disparo pero no se oyó nada. Pistolas silenciosas, woao.
Ahora si corrimos hacía la salida. Alguien me tomo del brazo y yo chille apuntando y disparándole. Abrí mis ojos ¿Que había echo?¿Que hice?
Justin me tomo de la cintura e hizo que corriera.
Había mucha sangre. Yo estaba manchada de sangre. Mi pecho subía y bajaba.
Al salir de ahí había muchos policías apuntándonos.
Abrace a Justin y los policías vinieron hacia mi y a él lo esposaron.–¡NO JUSTIN! !NO SE LO LLEVEN, POR FAVOR!–Grite–. ¡Lo prometiste, Juntos por siempre!
Mis gritos eran desgarradores. Justin me miro con pena. Sus ojos se pusieron lagrimosos y los míos ya derramaban lágrimas.
–¡Por favor!–Abrace a mi mamá y sollocé en su pecho.–Juntos por siempre...
Cinco años después.
Me encontraba en mi nueva casa, desde lo sucedido con Justin un año después me mude a un departamento.
No era grande ni lujoso, pero era lo que necesitaba.
No había podido superar aquel día, cuándo lo recordaba lloraba sin parar.
Dolía mucho el recuerdo.El timbre sonó y yo seque mis lagrimas que no sabía que derramaba.
Camine a abrir y oí aquella voz.–Juntos por siempre.
Sonreí y lo besé como soñé desde que lo perdí.
FIN.