Traición y venganza

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- Gracias – dijo Hiei después de varios minutos en silencio en los que había intentado decir esa única palabra que tanto le costaba decir,

- Todavía no agradezcas nada – dijo el señor del makai mirando a la pequeña en los brazos del prohibido – además como dijo Kagome en el pasado somos familia.- dijo finalmente suavizando su expresión.

Después de eso el gran demonio perro se paró en frente de Hiei y acarició el pelo a la pequeña Aiko.

- La encontraremos. – dijo para después dar la vuelta y salir del despacho volviendo a poner su usual mascara de frialdad.

-.-.- (Meikai)

- ¡Solo queda un poco más, aguanta! – dijo Yakumo tirando de una persona encapuchada hasta detenerse frete a una cascada y quedar rodeados de enemigos.

- Creo que tu plan ha fallado, ¿verdad Toguro? – dijo mirando a su lado donde se encontraba su compañero.

Los dos se encontraban sonriendo, su plan estaba siendo un éxito, por fin podrían contar con la ayuda de la famosa Shikon no Miko. Estaban ya casi celebrando la victoria cuando Yakumo empezó a reírse, haciendo así, que todos lo miraran.

- ¿Enserio creéis eso? – Dijo con una siniestra sonrisa en sus labios - ¿En verdad os creíais que vuestro estúpido plan podía llegar a funcionar?

- ¡¿Cómo dices?! – exclamó Toguro sabiendo que eso no era parte de su magnífico plan.

- Veo que no sois tan inteligentes como decís. – dijo Yakumo mientras hacía una seña y salían un gran número de demonios rodeando así a todos los aliados de ese par.

- ¡Una trampa! – exclamó Karasu preparándose para el ataque.

- Muy listos – dijo sarcásticamente la mujer encapuchada mientras se retiraba la capucha dejando ver que ella no era su preciada sacerdotisa.

- ¿Sorprendidos? – Dijo el demonio al ver la cara de sus enemigos – Creo que quieren saber quién eres – le dijo a su compañera.

- Soy Kanon, la última superviviente del clan de las sombras – dijo mirando fijamente a Toguro.

Tenía la apariencia de una joven de 20 años, con una altura de 1,57 m. aproximadamente, delgada, con un gran pecho, piernas largas y firmes, abdomen plano; piel ligeramente bronceada cabello rubio con flequillo, largo hasta la cadera, con suaves rizos en las puntas, sus rasgos son japoneses pero no muy acentuados, ojos grandes, color miel casi tirando a dorado, un poco maquillada, solamente brillo de labios raya de ojos y mascara de pestañas, con un olor a manzanas caramelizadas.

-Imposible, yo mismo acabé con todos. – Exclamó Toguro algo sorprendido y asustado sabiendo lo poderosos que podían llegar a ser.

- Ya ves, no mataste a todos. – Dijo la joven demonio avanzando poco a poco hacia él – Vas a sufrir, te haré pagar lo que les hiciste a los míos. – dijo dando inicio a la batalla.

.-.-. (Maikai, 20 minutos antes)

Después de la reunión, Yakumo volvió a su puesto y como de costumbre cogió la bandeja y entró a la celda encontrándose a la joven profundamente dormida.

Poco a poco se acercó a ella y la despertó cuidadosamente. Una vez estuvo despierta le puso la bandeja delante de ella, pero no lo suficientemente cerca como para que pudiese llegar a alcanzarla.

- No hay tiempo que perder – dijo el demonio después de haberse asegurado de que estaba solo, tal y como lo habían planeado. – Ten esto

- ¿Yakumo? – preguntó mirando fijamente el pendiente plateado con un pequeño zafiro incrustado en forma de cruz que le tendía

Dueña de mis lágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora