Capitulo 2.

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Narra Guillermo

Me despierto poco antes a que la alarma sonara gracias a las pesadillas, me levanto cansado por la falta de sueño y me dirijo al baño. No demoro mas de cinco minutos en la ducha y un poco más despierto regreso al cuarto a cámbiame, me visto con una remera verde oscuro, unos jeans negros, un gorro y unas zapatillas converse del mismo color. Luego de comer algo salgo en mi coche con rumbo a la Universidad.

(...)

La Universidad es enorme o quizás me parece así por que soy nuevo en ella. Aparco mi coche en el estacionamiento y me dirijo al edificio central donde un señor espera en la puerta. Voy hacia la fila casi vacía que en cuestión de minutos se petará. Un señor que supongo es el director nos va recibiendo amablemente.

-Buenos Días, soy el Director Rodríguez, diríjase a el Salón Múltiple que en unos minutos se dará un información.

Yo solo asentí y recibí el folleto que me ofreció y me dirigí al lugar mencionado. ¿No se cansará el Director de repetir lo mismo a mas de mil alumnos? Joder. El Salón Múltiple era enorme y estaba bastante lleno a decir verdad y eso que no había llegado casi nadie. Me senté en las gradas más altas, me gustaban, podías ver todo y casi nadie te molestaba. O eso pensaba.

-Eres nuevo, ¿Cierto? - Preguntó un chico de cabello castaño al igual que sus ojos.

-¿Eh? Disculpa, ¿me hablabas a mi? - Pregunté inseguro.

-¡Pues claro, parguela! ¿A quien le preguntaría si no fuera a ti? - Empezó a reír de una manera un poco estruendosa, pero no me molestó.

-Lo siento, es que he pasado momento vergonzosos por responder preguntas que no iban dirigidas a mi. - El chico rió más duro.

-Serás tonto, tío pero no has respondido mi pregunta. -

-Ah, si. Soy nuevo. -

-Hala, yo también. - Se volteo para darme la cara y extenderme la mano. - Me llamo Frank.

-Guillermo, me llamo Guillermo. - Dije aceptando su mano.

-Ya, Ahora vienen unos amigos míos, seguro te caen bien. -

-Seguro. - Y en ese momento el salón ya estaba petado y el director entró.

-Buenos Días, hoy tengo el honor de daros la bienvenida a la Universidad Sergio Arboleda. - Todo el mundo empezó a aplaudir y a chiflar. - Me alegra teneros de vuelta después de unas largas vacaciones, hoy empezaremos un nuevo ciclo y quizás una nueva vida. Aprovecho para dar la bienvenida a los nuevos alumnos, espero que os sintáis como en casa y que cuando salgáis seáis unos excelente profesionales. Y a los que van a salir quiero daros desde ya las felicitaciones por que habéis llegado a un punto muy grande de vuestras vidas y en nada dejareis los cuadernos y plumas para coger un plano de construcción, una sarten o porque no, un bisturí. Que el tiempo que paséis en esta institución sea inolvidable y que la suerte esté de vuestro lado. - Todo el mundo empezó a reír y a aplaudir. - Ahora podéis pasar a recoger vuestros horarios, buenos días.

Todo el mundo se paró y empezó a dirigirse a unas mesas de colores que se encontraban a los costados del salón, Frank y yo nos levantamos por inercia.

-Oye, Frank. -

-Dime. - Dijo el chico mientras miraba el folleto.

-¿Porqué las mesas tienen colores? -

-Bueno, eso es porque cada color significa una carrera. - Dijo mientras me mostraba el folleto.

-¿Cual es la de medicina? - El levantó la cabeza.

-¿Vas para medicina? - Sus ojos brillaron.

-Si. ¿Tu? -

-¡También! Ahora no me toca ir solo, es la morada, Vamos. -

Frank me jaló el brazo con emoción y nos dirigimos a la mesa morada donde una larga fila esperaba pero en eso llegaron dos chicos, los amigos de Frank.

-¡FRAAANK! - Empezó a gritar un chico Rubio y Alto a lo lejos  que venía corriendo mientras sujetaba la mano de un castaño con gafas. 

-¡Eh, Parguelas! ¡Por aquí! - Gritó Frank mientras los chavales se acercaban.

-Lamento, la demora. - Dijo el Rubio jadeando. - Es que Mangel...Bueno, ya sabes. - Dijo Sonrojado.

-Si, Imagino. - Dijo Frank riendo. - Eh, parguelas, Este tío es Guillermo.

-Hola Guillermo, Me llamo Mangel. - Dijo el castaño extendiendo la mano. - Perdona a  estos gilipollas.

-Si, ya me voy acostumbrando. - Bajé la mirada y noté que Mangel le llevaba la mano sujetada al Rubio. - Eh, ¿Vosotros sois...ya sabes, Pareja?

Si, efectivamente. - Dijo Sonriendo. - Y este es Rubén. - Dijo con ternura.

-¡Hola, Guille! - Dijo Rubén animado y con algo de color en sus mejillas.

-Venga, dejaros de formalidades, ¿En que carrera estáis vosotros? - Dijo Frank

-Yo en Gastronomía. -Dijo Mangel. - Me cambié de derecho.

-¿Qué porque? - Dijo Frank y Mangel y su pareja se miraron incómodos. - Bueno, pues en Derecho esta Samuel y ya sabes, no me deja las cosas fácil. -

-¿En que semestre ibas? - Dije y Mangel me hizo señas con la mano de que iba en el Octavo. - ¿El Octavo? ¡Pero casi terminabas! ¡Te va a tocar empezar desde cero! -

-No, en realidad no, los profesores decidieron dejarme empezar desde el quinto pues ya había visto ciertas materias y eso. - 

-Ostras, que bueno. - Dijo Frank. - ¿Y tu Rubén? ¿Sigues en Diseño Gráfico? - Rubén Asintió feliz. - Es que eso sin duda es lo tuyo.

-Frank, que ya casi nos toca chaval y vosotros. - Dije llamando la atención de Mangel y Rubén. - ¿no deberías iros a vuestras filas?

-Hostia puta, es verdad. Nos vemos luego. - Dijo rubén mientras salia corriendo y Mangel detrás. - 

-¿Cuanto llevan juntos? - Pregunté a Frank mientras le entregaba mis datos a la tía de la mesa y me daba mi horario. - Ostras, me toca un poco suave, eh.

-2 años, esos tíos se aman. - Respondió Frank mientras repetía el mismo proceso que yo había hecho. - Muestra tu horario. - Dijo quitandome mi horario. - ¡Nos toca casi todo juntos! A lo mejor coincidimos algunas clases con Rubius y Mangel.

-Si, seguro. - 

De repente algo llamó mi atención, dos tíos algo altos y acuerpados entraban por la puerta pero eso no era lo que me distrajo, era que al pasar ellos, los tíos se abrían y las tías parecían derretirse...Joder.

-Oye, Frank. - Dije mientras caminábamos a buscar a los otros dos. - ¿Quienes son esos dos? - Frank miró y se tensó.

-El de Gorra le dicen Luzu y el castaño es Samuel De Luque. - Volteó para darme la cara. - No quieres meterte con ellos, en serio.

-¿Porque? - Respondí con una media sonrisa, me gustan los problemas.

-No, Guillermo, no es coña. - Eso ya me preocupó y lo miré. - Esos tíos son los más fuertes y temidos, te metes con ellos y estas muerto. Prométeme que no te meterás con ellos, prometelo Guillermo.

-Ya, si. No es para tanto, Frank. - Señalé a Frank el lugar donde estaban los otros dos. - Mira, allá están ellos, relájate.

Frank y yo fuimos a donde estaban los otros dos pero antes alcanzamos a pasar cerca de Samuel y el otro y los mire con desdén. Samuel lo notó, me miro despectivamente y me lanzó un beso en burla. Frank se tensó pero Samuel y el otro empezaron a reír.

Frank me sacó de ahí casi que arrastrado.
 

DESTINO CAPRICHOSO | WIGETTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora