Capitulo 6.

101 11 0
                                    

Narra Guillermo: 

--¿Guillermo?--Samuel precia sorprendido.

--El mismo que canta y baila.--Respondí mientras me agachaba a saludar a mis bebés.--¿Como estáis? ¿Le habéis tratado bien?--Esta vez le hable a mis mascotas.

--Menudos animales tienes, eh.--Por su manera de hablar noté que mis animales le habían asustado.

--¿Que pasa?¿Te hicieron algo?--Pregunté mientras lo examinaba con la mirada pero no parecia tener rasguño alguno, pero lo que si parecía tener era un cuerpo que Oh Dios.

--No, para nada.

--¿Entonces?--Pregunté confundido.

--Yo...--Estaba dudando si contarme o no.--No he tenido buenas experiencias con los animales.--Dijo apartando la vista.

--Vaya, es una pena--el me miró extrañado mientras me levantaba.--¿Dormiste bien?

--Eh..yo..--Estaba apenado y sonrojado a lo que yo reí.--¿Que cojones hago aquí?--De repente cambio de apenado a acusador. Dios, que bipolar.

--Pues, anoche mientras sacaba a Pastore a pasear te vi saliendo de aquel bar...--Bajé la mirada incomodo.-- Luego caíste y me dio cosa dejarte ahí tirado...entonces te traje a casa.--respondí mientras me rascaba la nuca, nervioso.

--Bien, pues gracias. Ahora te debo una.--Me miró apenado.--¿Tienes horas?

--Son las 21:40.--Abrió sus ojos de par en par.--Vaya, has dormido casi 24 horas. Menudo golpe te has dado.

--¿Porque cojones estas tan tranquilo? ¡Mi coche! ¿Ahora en que voy a casa? ¡Mañana tengo clases!--Samuel estaba realmente histérico.

--Pues, ¿que quieres que te diga? Ha sido culpa tuya por emborracharte, además, ¿Donde esta tu móvil para que llames a tu amigo?--rascó su nuca nervioso.

--Ehh...Mi móvil termino estrellado en tu pared.

--Que bien, mañana llamaré a alguien para que arregle la pared.--respondí sin mucha importancia--Arriba hay alguna camisa que te deba quedar, te diría que durmieras en el sofá pero hay duerme Pastore.--mencioné mientras señalaba a mi pastor comiendo.--Supongo que puedes dormir arriba en la otra habitación..

--Ni sueñes que me voy a quedar a dormir aquí.--Caminó hacia la puerta mientras yo miraba divertido.

--Oh, claro y supongo que te irás a pie hasta tu casa en medio de una tormenta...

--Maldita sea.--dijo entre dientes y yo reí más duro.--¿Que te parece si me das las llaves de tu coche?--No lo evité y reí más duro aún.

--No me digas, ¿tu crees que yo te voy a soltar las llaves de mi Camaro así como así? Venga, cuenta otro chiste.--respondí mientras subía las escaleras para ir a mi habitación mientras Samuel gruñía resignado.

(...)

--Puedes dormir aquí.--Dije a Samuel mostrando le la habitación de la pequeña Caroline.

--¿Tienes una hija?--preguntó sorprendido.

--¿Qué? No, es de mi Hermanita.--Respondí con nostalgia.

--Ah, ¿Y donde está?

--Con su papá.--respondí un poco molesto de solo pensar en él.

--¿Acaso no es tu papá también?--No quería hablar más de eso.

--No, mi padre me abandono cuando nací.--Ya tenia rabia.

--Oh, vaya ¿En se...--No lo soporté más.

--¡Si, Joder! ¡Mi padre me abandono, mi madre está muerta y mi hermana corre peligro! ¿Quieres saber algo más, maldita sea?--Solté de golpe y el no respondió, así que trate de calmarme un poco.--Puedes dormir aquí si quieres, trata de no desordenar mucho su habitación.--espeté entre dientes--llámame si necesitas algo.

DESTINO CAPRICHOSO | WIGETTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora