Ya era lunes. De mi fin de semana no podía hablar mucho. Fue productivo y pasó muy rápido, pero lo más importante de mi fin de semana fue esa chica. Exacto, la de cabello café y ojos esmeralda. No puedo esperar una semana para verla. Y el pensamiento me golpea la cara como una enorme ola de realidad. "La veré de nuevo". -Pienso.- " Rayos. No sé qué hacer". ¿Debería hablar con ella o sólo observar y escuchar? Supongo que decidiré el día que la vea.
Llego al colegio un poco temprano. El día de hoy no tengo química, pero al parecer esa chica no piensa en mi necesidad de dormir. Me quedé despierto hasta tarde pensando en ella, en qué hacer cuando la viera y en su voz; y aún así no tenía la necesidad de dormir.
Decidí sentarme en una banca dentro de la escuela. Prendí mi celular y comencé a escuchar música. Al poco tiempo llegaron Keith y Sam. Hablamos sobre la película que vimos el viernes pasado y comentaron lo que habían hecho durante el fin de semana
Sam salió con su familia. Fueron a un centro comercial. Supongo que los centros comerciales son la "onda" de Sam. Y bueno, Keith nos contó como se ligó a un chico. De hecho, el chico trató de ligárselo a él, pero supongo que es más divertido decir que él empezó. Digo, pararse "seductoramente" en el marco de una puerta puede desviar muchas miradas hacia ti.
Llegó mi turno. No sabía qué hacer. Sentí mis mejillas arder y mi cuerpo tensarse. Decidí contarles. Les conté sobre la chica que me robó el corazón con su voz. De su infinito cabello café. También de sus hermosos ojos esmeralda. Y, obviamente, de lo bueno que estaba el café.
El par me miró feliz. No entendía el porqué, pero también les sonreí. Luego de un rato Sam decidió hablar.
-Hoy después de clases iremos a ese café-dijo Sam.
-Esa me parece una excelente idea-contesta el rubio de Keith.
-Pero, lo más probable es que tengamos muchachos tarea- teníamos muchas clases juntos, así que sabían que era verdad.- Además...
-No hay pretexto- me interrumpe Sam. No me permitió decirle que la chica solo está los sábados, así que decido divertirme un poco.
-Está bien.
-Y si no haces nada Gray, me la quedo yo.-Amenaza Keith.Por alguna razón ese último comentario me molestó más de lo esperado. Cerré mis puños y le dedique una muy mala mirada a Keith. Él sólo río y despeinó mi cabello. Nos dirigimos al salón. Hoy tocaba historia a primera hora.
Tomamos nuestros respectivos asientos. En medio del salón en una fila horizontal. Primero Keith, luego yo y junto a mí Sam. Historia era una clase divertida. Toda la clase seguimos hablando de cosas sin sentido mientras "trabajábamos".
Al final del día nos dirigimos al café. No había tenido tiempo de decirles que la chica sólo iba los sábados; pero tampoco tenía ganas. Sam me había interrumpido y lo iba a pagar.
Llegamos y pedimos nuestras bebidas. Sam un americano, Keith un capuchino y yo un frappé. Sacamos los materiales que utilizaríamos para hacer la tarea y la espera comenzó.
Luego de una hora Sam decidió hablar sobre el tema.
-Hey Gray, ¿no sabes nada de la chica?
-¿Disculpa?- en ese momento estaba muy concentrado en mi trabajo.
-¿No sabes nada sobre la chica?- respondió algo frustrado.
-Ah, sí. Viste muy bien y tiene una hermosa voz.-Decidí jugar con él un poco.- ¿Por qué la pregunta?
-A eso no me refiero. ¿Sabes a qué hora llega?
-Oh, eso... Sí, los sábados a las 9:30 de la noche.
-¿Qué?- Preguntaron los dos al mismo tiempo.
-Iba a decirte, pero me interrumpiste. Y dijiste que no había pretexto para no venir. Supuse que no te interesaba saberlo.
-Eres un...- ahora sí se había enojado. Eso casi nunca pasaba. Antes de que terminara la frase Keith interrumpió con una sonora risa.
-Genial Gray. Te llevas el premio al más torpe del año.- Continúa riendo. No sé si no se lo han dicho, pero la mayoría de veces no da risa.Decidimos quedarnos ahí para terminar la tarea y conversar un buen rato. Ese par era fantástico. Pero había algo de ellos que me hacía dudar. No sé qué era. Pero había algo.
Al terminar, pagamos y cada quien se dirijo a su casa. Sam (de alguna manera) logró convencernos de regresar un sábado para conocer a la chica.
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La chica del café de las 9:30
Teen FictionTal vez te enamoraste de ella. Pero, ¿estás seguro de que es la indicada? Piénsalo, podría ser sólo el café...