Mi madre ya estaba desesperada. Me había cambiado de academia tres veces, y nada, no había manera de que aprendiese a bailar.
Nací con la cadera descolocada, estuve durante un par de años con una cosa extraña en la cadera, lo que me dificultaba andar, hasta que se me colocó. Aun así, el médico les dijo a mis padres que tenía que empezar a bailar baile clásico o contemporáneo, ya que mejora la figura del cuerpo y así no tendría más problemas con mi cadera.
Tenía cinco años y pisaba mi cuarta academia de baile. Yo era muy cabezota con todo y odiaba que me diesen órdenes, por lo que mucho me intentaban enseñar pero muy poco aprendía.
Esta vez fue diferente.
-Aria, mírame. -Me dijo la profesora, Caithlyn.- Sé que eres muy pequeña, pero sé que en tu interior hay una gran bailarina que saldrá de esta pequeñaja. Olvida todo lo que te hayan dicho todos tus anteriores profesores y todas tus academias, y no bailes pensando en que solo tienes que mover tu cuerpo; piensa que bailar es expresar tus sentimientos. Desahógate en esta clase tan grande que tienes, expresa todo lo que quieras expresar, pero en vez de usar gritos, usa tus pies, y fluye, no bailes.
Tendría cinco años pero nunca me olvidaré de esas palabras.
Di un paso hacia delante, apoyé el pie izquierdo, levanté el derecho, y empecé a bailar.
Ahí fue donde comenzó todo.
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Drown
Romance-Aria, mírame. -Me dijo la profesora, Caithlyn.- Sé que eres muy pequeña, pero sé que en tu interior hay una gran bailarina que saldrá de esta pequeñaja. Olvida todo lo que te hayan dicho todos tus anteriores profesores y todas tus academias, y no b...