She broke my heart {Avi Kaplan}

Chapitre Huit

La ciudad dormía, era tarde, en unas cuantas horas amanecería y solo unas cuantas almas deambulaban por las calles.

-¿Quieres ir a casa? -pregunte llamando su atención. Aun sostenía su mano, como lo hacía desde que habíamos escapado desde el restaurante hace un par de horas.

-No. -respondió negando suavemente con su cabeza. Era tan pequeña y hermosa, pero a la luz de luna, su belleza parecía multiplicarse por millones.

Kirstie llevaba mi chaqueta sobre sus hombros, se la había dado para que no temblara de frío. Las noches podían llegar a ser algo frías en esa época del año.

-Vamos allí. -dijo apuntando al pequeño y vació parque en la acera de enfrente. No replique, solo deje que ella me guiara hasta donde quería ir.

Caminamos un poco más hasta encontrar una pequeña banca, lejos de las miradas de los curiosos, donde solo estábamos ella y yo.

Horas atrás nos habíamos divertido corriendo por las calles como un par de locos, deshaciéndonos de las miradas acusadoras de la gente y de uno que otro fan que nos encontramos. Nos escondimos entre las infinitas tiendas de un centro comercial, jugando a ser dos adolescentes enamorados que han huido de casa . Mi corazón latía con más fuerza a cada minuto, a cada contacto, a cada mirada.

Ella dejo sus cosas sobre la banca, incluyendo mi chaqueta y volvió a acercarse a mí. Yo la observaba en silencio como ella me sonreía. Sus ojos se clavaban en los míos, con aquel brillo que solo había visto en ellos.

Despacio, Kirstie comenzó a acerca más, abrazando mi cuello con sus manos, acariciando mis revueltos cabellos, juntando nuestras frentes. Se suponía que debía ser yo quien quisiera besarla, tomarla por la cintura, acariciarla suavemente, mirarla a los ojos, dejando que viera todo el amor que le tenía grabado en ellos, pero sinceramente me había quedado de una pieza, como una estatua.

-Te quiero, Avi. -susurro sin despegar sus ojos de los míos.

Me quede sin aliento al oírla decir eso, parecía que el corazón me saltaría del pecho en cualquier momento y se pondría a bailar alrededor de nosotros.

-Yo también. -le correspondí con una sonrisa.

Oh dios mío, estábamos tan cerca, tantas veces la había soñado e imaginado así, mirándome fijamente, a solo unos centímetros de mí. Sintiendo como unas respiraciones se mezclaban.

De un momento a otro, ya no la estaba mirando a los ojos, lo único que podía ver eran sus labios. Sus bonitos labios, a nada de los míos.

Con suavidad, me adueñe de su cintura, acariciarla, subiendo lentamente por su espalda, yendo y viniendo por ella, por su cintura, por su espalda. Dios, me sentía en el cielo y eso que ni siquiera la había besado.

Me acerque a ella un poco más, pegándola un poco más a mí. Kirstie sonrió.

Podía sentir su dulce aliento robándome el mío, ya no podía, no resistía, tenía que hacerlo. La mire un segundo a los ojos y lo hice. La besé.