Lo más similar que tienen los demonios a sentir calidez es la simpatía que pueden poseer por un ser curioso o inferior, como un gato, por ejemplo. O el deseo egoísta de guardar algo o a alguien para sí mismos. Por lo tanto, Sebastian no tiene idea de qué se siente amar a alguien de verdad. Él piensa que su predilección por Ciel se debe a la maravillosa esencia de su alma, que la tentación vertiginosa que le camina por la espalda al ver su frágil figura y esas ganas terribles de recorrerla son producto de mero instinto.
Sebastian no puede estar más equivocado, y pronto caerá en cuenta de que no tan solo quiere su alma, sino hasta lo último de él.
¿Como reaccionará su amo ante las propuestas y tentaciones?
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Ese mayordomo, tentado.
FanfictionLo más similar que tienen los demonios a sentir calidez es la simpatía que pueden poseer por un ser inferior, como un gato, por ejemplo. O el deseo egoísta de guardar algo o alguien para sí mismos. Por lo tanto, Sebastian no tiene idea de qué se...