Capítulo 15 ¡Paga por tus acciones!

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-¡Rayos! Hermosa, si que amas a tu perro jajajajaja!

-¡Silencio!

-De acuerdo

-¡Respóndeme bien!

- ¿Estas jodiendome cierto?... ¡¡¡¡AHHHH!!!!

-¿Lo piensas así Jeff?

-No... Señora...AHHH!... ¡Si señorita!

-Mucho mejor...

Dejé la goma en la mesa y saqué la hojilla de mi sostén, la había metido ahí cuando sujete firmemente la goma al primer latigazo pero... Decidí que ya eran muchas marcas por hoy.

Aprecio triunfalmente la espalda de Jeff, logré hacer la inicial de mi nombre más otras marcas más abajo, justo en la entrada de sus glúteos. También puedo percibir sangre saliendo de las aberturas más profundas sin pensarlo corro hacia él sujetando fuertemente sus hombros por lo cual el que no podía verme gimoteó sorprendido y siguió así mientras lamia y metía mi lengua en sus heridas.

Sinceramente me convertí en un monstruo, un monstruo que no pensaba en el dolor de la víctima, un monstruo que solo pensaba en su propia satisfacción.

Jeff solo gemía en un abrir y cerrar de ojos, apenas sentía mi lengua penetrar sus heridas, él apretaba el puño de sus manos mientras reía en un miserable intento de no sentirse débil ante el dolor.

Sujeto su cabello y lo jalo suavemente para llevar su cabeza hacia atrás y acercarme en su oído derecho.

-Apenas comienzo killer...

-Dígalo otra vez...

-killer

Jeff soltó un gemido que debía de admitir, me atemorizó, pero no debilitó mis actos.

Muerdo suavemente su lóbulo de su oreja, lamo su hombro derecho mientras mi mano izquierda acaricia su pecho y pellizca la parte central de él, mientras mi mano derecha quita el envoltorio de dicha hojilla sin el tener la menor idea de lo que planeo hacer.

Jeff solo gime, pero no sabe lo que haré.

-¡¡¡¡¡¡AAAAAAHHH!!!!!

Sin dejar de lamer su cuello, ya lo había cortado justo por las costillas de su derecha, lo cual con una hojilla nueva es realmente incomodo y más para alguien que anda atado con el torso altamente prensado.

-¿Puede parar todo esto?

-No... siga señorita, esto no es nada para mi

-¿De Sumiso a orgullo militar? Eso lo arreglaré justo ahora!

-¡AAHH!

La segunda cortada fue en los brazos, apenas corté, la sangre literalmente chipoteo en mi cara de lo prensado que están las cuerdas en Jeff.

No sé realmente cuanto más podré aguantar, pero solo centro mi atención en una cosa y solo una cosa... Él es un asesino, y esto no es nada para lo que se merecería.

-Jeff detesto no querer hacerte daño.

- Se fuerte, o golpearé tus piernas

Jeff gritaba, maldiciendo las cortadas y el filo de la hojilla, nunca a mí. Aun quisiera saber que lo inspiró a hacer esto.

-Hermosa no te detengas

- ¿Cómo sabré cuando deba parar?

-mi cuerpo te lo dirá.

Terminó siendo horas de gritos y sollozos de parte de Jeff, al final quede completamente sudada, manchada de su sangre y con la cordura bajando más que un termómetro en pleno invierno helado.

-Finalmente estas así, sabía que tu eras buena para causar da... ¡¡AHHH DEMONIOS!!

-Shh, duerme Jeff... duerme feliz

-¿Eh?

Luego de que ya su cuerpo estaba de pálido a rojo carmesí lo golpeé fuertemente en la cabeza con un material extraño y me sorprendí de que lo consiguiera hacer. Solté sus cuerdas y lo deje acostado en el suelo mientras aventuraba por esa extraña casa buscando una salida.

:q

Aprisionada de amor... ((JEFF THE KILLER Y TÚ))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora