Aprisionada de amor... ((JEFF THE KILLER Y TÚ))

Capítulo 17 Una niebla abrazadora.

- ¿Qué ha pasado?
- Sorprendentemente, te desmayaste Jeff.
- He perdido mucha sangre, es normal.
- Hablas como si fuese lo mas común.
- Soy asesino (Tn) y en más de una ocasión he sido peor apuñalado que esto.
Un escalofrío me recorrió el cuerpo, es cierto ¿Qué hago conviviendo con un asesino? En una cabaña sola... Extraña y con un futuro cadáver... O dos.
- Puedo ser peor...
- No (Tn) jamás serás como nosotros, no tienes la "Mente" así.
- ¿Insinuas que no puedo ser tu?
- Déjate de preguntas tontas mocosa, o ¿Acaso quieres asesinar a un inocente como tu?
¡Demonios! Tiene razón y me molesta que un psicópata esté razonando mejor que yo.
- Jeff... ¿Donde estamos?
- En una cabaña ¿Qué no vez?
- Idiota, me refiero a ¿Porque este lugar?
- Cuido la casa, y no le vi mejor lugar para que me hicieras ese masaje.
- ¿¡Masaje!? -Su sonrisa se alarga de forma escalofriante, como si lo que le hice ya lo hubiese vivido mil veces.
- Sólo te diré algo (Tn) y espero que prestes atención...- Asentí y lo seguí rumbo a otro corredor del cuál ahora que lo pienso. nunca lo vi.
- Mi pasado esta basado en un ridículo creepypasta que una industria de periódicos tomó para poder ser mas reconocidos. En esa época solo vendían 325 copias diarias, de las cuales un treinta y cinco punto ocho por ciento de la gente lo compraba para recoger las eses de sus perros. Cuando "Mi historia" salió a la luz ellos por un contacto de un amigo de mi padre se metieron en nuestra vida sin ningún permiso ni legal ni moral. Vendieron tanto que la industria creció siendo ahora una gran y asquerosa compañía con diferente nombre y franquicias, vendieron la "Historia" y a su vez la convirtieron en un plato que debe dar miedo, con un nombre tan ridículo como su relato de mi.
Jeff se detuvo y abrió una puerta de la cual mientras hablaba podía ver como sacaba una extraña llave de un cajón lleno de cuchillos incrustados y sucios, si saben a lo que me refiero.
- Dices... ¿Qué tu vida fue distorsionada públicamente?
- Si niña... Más saber que lees esas porquerías.
- Solo me entretengo, vivimos en una sociedad donde todo lo que abarcan las prensas, las revistas y los sucesos "Más jugosos" como les suelen llamar es en su mayoría una mentira. -Jeff suspiró aproximándose a donde abundaba la oscuridad de la habitación, se escuchaban sonidos de tasas, se notaba que había como un mini bar por aquella oscuridad, quise acercarme pero antes de dar otro paso Jeff salió ofreciéndome sentarme, cosa que accedí.
- Puede que tengas razón, pero ese pobre hombre al cual dejaron toda la compañía... juro ¡Que va a caer! Y en eso tu me ayudarás.
- ¿¡Yo!? ¿Cómo?
- ¿Uno o dos terrones?
- ¿De que hablas?
- Del café - Nuevamente aparece Jeff con una bandeja con tasas para nada sucias ni rotas, incluso era un juego de tasas muy elegante y por lo que veo caras en el mercado. Acaso...
¿No será posible que el tal "Psicópata" sea educado o sufra una clase de doble personalidad?
- (Tn)... - Siento el típico lepe de él para llamar mi atención, ya servía mi tasa en espera de una respuesta.
- No se, Suelo usar azúcar refinada, nunca he usado cubitos de azúcar.
- Eres muy graciosa, se llaman terrones. Y están hechos para ser cada uno la medida exacta de una cucharada, sin necesidad de errores.
- Entonces coloca solo uno, por favor.
- Aquí tienes. - Jeff fue realmente refinado, aunque su cara cause otra atmósfera.
- ¿En que quedamos? ¡Cierto! En tu participación.
- ¿Como podría ser de ayuda en una industria de periódicos?
- Estuve siguiéndole la sombra a ese hombre, elimine al padre hace años. Pero fue muy listo en esconder a su único hijo, lastimosamente la codicia lo delató, es ahora un ejecutivo muy reconocido el cuál decidió dejar a sus dos esposas he hijos para vivir la vida plena aquí, y conseguí varias ramas que lo comunicaban pero ninguna tan fuerte como la tuya.
- Jeff... no conozco a ningún ejecutivo famoso, creo que me estas confundiendo.
- Me temo que eres tu quien no entiende, si tienes conexión con él, pero no directa.
- Pero no trabajo en ninguna industria de periódicos o farándula. - Alzo mi voz en desesperación, el tema me resulta agobiante y hostinante ¿Qué demonios le pasa?
- Tu no (Tn)... Pero tus padres si.