Si el hereje no se convertía a la verdadera fe, de los tobillos hacía abajo no le quedaban más que muñones de huesos carbonizados. A continuación se proseguía con las manos.
De este modo los frailes dominicos, grandes cazadores de herejes, encontraron su forma de ser útiles.
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Instrumentos de tortura
AcakEsta es una recopilación de los instrumentos que de utilizaban por la iglesia en la época medieval.